"No me puedo creer el mejor porque, si no, te la clavan y sé que esto del fútbol cambia muy rápido, pero estoy contento y disfruto del momento", expresa.
Al término de la victoria sobre el Athletic, justo antes de abandonar el césped, tuvo ocasión de intercambiar unas palabras con Iraizoz, que fue saludando uno a uno a sus rivales, a pesar de haber sido señalado por el público de La Catedral. "No lo entiendo, porque para mí es un porterazo y lo ha demostrado metiéndose en finales. Sobre este, no creo que tenga una culpa excesiva en los goles. Hablé con él y es un tío fuerte", sostiene sobre las pitadas y demás críticas vertidas sobre el guardameta navarro.