"Lo importante es ganarles, son nuestros enemigos, entre comillas. Es un derbi y todos queremos ganar, añade.
Lo dice un vizcaíno, que en su entrevista a Deia confiesa que "de pequeño solía ir en San Mamés con los amigos". Ahora está en el otro lado. Lleva en la Real desde los catorce años, y hasta sabe lo que es marcarle un gol al conjunto rojiblanco. Lo hizo con un espectacular chut desde el centro del campo. "Al final es lo que se te pasa por la cabeza en el momento. Surgió así, tuve la suerte de marcar, pero esos goles se ven muy pocas veces. Lo que está claro es que nadie puede decir que el que gol que metí a Iraizoz fue de casualidad", reivindica.
El central marcó tres tantos el pasado curso, y dos fueron de disparo lejano. Pero no solo destaca por su buen tino ante la puerta contraria. Su nombre se puso tan de moda que llegó a sonar para el Bayern, aunque recientemente ha renovado hasta 2017. "Son rumores. Yo sé dónde estoy, dónde tengo que trabajar día a día. Lo mío es la Real, que acabo de renovar. Y espero darle alegrías a la afición", expresa el defensa, antes de confesar que nunca imaginó una entrada así en la máxima categoría. "Nadie se lo esperaba cuando estaba en el filial, ni yo mismo. He hecho las cosas bien, he aprovechado mi oportunidad y aquí sigo".