El gasteiztarra, sin embargo, cuenta con una baza a su favor. La letra pequeña de su contrato actual. Según refleja Deia, le vale con jugar dos partidos más como león para que el acuerdo se prolongue automáticamente un año más y pase a convertirse en miembro de pleno derecho de la primera plantilla. Eso sí, cada una de esas dos participaciones tendrá que superar los 25 minutos para ser efectivas.
Cabe recordar que el delantero está cerca de completar su tercera temporada en Bilbao, tras ser fichado del Alavés por una cantidad cercana a los 200.000 euros. Su bagaje desde entonces asciende a 18 compromisos oficiales y un gol con el primer equipo, y 31 partidos y dos tantos con el Bilbao Athletic. Unos números claramente condicionados por las importantes lesiones que han cortado su progresión en este tiempo.
Caparrós le dio cierta continuidad al inicio de la 2010-11. Ofreció dinamismo al equipo, pero le faltó gol. Eso, unido a los contratiempos que sufrió después, le impidieron despegar. Un año más tarde, la llegada de Bielsa no supuso un obstáculo para él. Al contrario. Superó el corte de los ocho descartados de saque y el argentino le destacó en su balance de la pretemporada como una de las sorpresas más agradables. Pero, de nuevo, un percance físico le dejó casi toda la temporada en blanco.
Esta circunstancia no ha hecho que el de Rosario se olvide de él. Al contrario. Pese a no ser un fijo en las alineaciones de Ziganda en el filial, ha recurrido a él en numerosas ocasiones. Su gran oportunidad llegó con los intrascendentes choques europeos ante Hapoel y Sparta. Ahí compitió con Isma López, y el resultado de esta 'pelea' ha sido favorable al gasteiztarra, que ha adelantado al navarro en la lista del míster. Desde entonces ocupa su lugar como habitual en las convocatorias y es uno de los primeros recursos ofensivos desde el banquillo. Por delante, por ejemplo, de Toquero. El objetivo de la renovación automática está a su alcance.