Pero el papel del utrerano también ha sido clave en su carrera.
Caparrós recuerda en Deia los primeros pasos del eibartarra. "Luis de la Fuente -que la campaña anterior había dirigido a Susaeta en el Bilbao Athletic- me dijo que había un chaval en el filial al que sería interesante coger. Así fue. Nos lo llevamos a Papendal y nos sorprendió gratamente por su descaro, su cambio de ritmo, su velocidad y, sobre todo, por sus ganas de ser futbolista", recuerda el técnico, antes de añadir que "Susaeta es un chico que es del Athletic, que le gusta el fútbol, que disfruta con su profesión. Siempre estaba escuchando para intentar mejorar. Eso hizo que él fuera de menos a más y se asentara en Primera División".
De su personalidad, destaca que "él era el primero que se exigía. Es un chico muy exigente, a veces demasiado. No es fácil llegar a la cifra de 250 partidos. Son números, a su edad, de elegidos. Es un chico que marca a los entrenadores".
Le impuso un plan específico para fortalecer su físico en su primer año, la elite lo exigía. "Hacíamos un trabajo muy personalizado, porque todo tiene su proceso. La progresión tiene que ser de menos a más en los chavales que debutan con el primer equipo. Tenía que jugar cada vez más, para que creciera la confianza en sí mismo, además de la formación física, corporal. Estaba en pleno desarrollo", recalca.
También recuerda que "le eché muchas broncas, como su actual entrenador". Pero sentía que sus palabras calaban en Susaeta. "Seguro que cada vez recibe menos, porque es un chaval que toda esa información la va recogiendo y llega un momento que la va procesando para mejorar como futbolista. Es que era muy exigente", insiste.