La emoción y la congoja por los 100 segundos de despedida del templo rojiblanco valen más que todo lo visto este domingo en el apartado futbolístico en San Mamés. Está claro que el Athletic ha tenido un mal año en casa y ni siquiera el último día, y peleando por la carambola europea, ha sido capaz de darle un buen homenaje al recinto iluminado por los Zarra, Sarabia, Guerrero y demás estrellas del firmamento zurigorri.
La expulsión de Muniain, la pitada a Llorente, el 0-1 en el 90' o los dos postes del Levante han sido los exponentes de una temporada para olvidar a la que aún le queda una jornada a disputar en Vallecas. Los cánticos del fondo norte de 'Bielsa quédate' abren el frente del banquillo ante la certeza de que la junta directiva de Josu Urrutia no parece tener al técnico argentino como primera opción de futuro.
Era difícil olvidar el carácter simbólico de este último partido oficial del Athletic en San Mamés, ya que la efemérides oscurecía completamente el apartado competitivo. Lo curioso, en todo caso, es que no ayudó a generar espectáculo la relajación espiritual lograda una semana atrás o que el Levante llevara unas semanas casi de vacaciones. Fue significativo que en el primer tiempo Gorka Iraizoz y jugadores de carácter defensivo fueron los mejores leones sobre el campo. Se veía venir otro coscorrón.
La entrada del ya histórico Iraola, séptimo futbolista del club en partidos, fue la única novedad respecto al once que zanjó la permanencia en Zaragoza, y bien que lo notó una enchufada banda derecha. Muniain por la izquierda también tenía ganas de dejárse ver. El de La Txantrea, tan activo como desafortunado en la última decisión, abrió fuego con un jugadón sin remate.
Aunque el primero que dió calambre de verdad fue Pedro Ríos, que obligaba a Gorka a los 9 minutos a repeler un chutazo que acabó estallando en el travesaño tras un regalito previo de Ander Herrera.
Sufrió el equipo de Bielsa para soltarse de la presión levantina, pero al cuarto de hora por fin llegaron las ocasiones en las botas de De Marcos y Aduriz. El problema eran las pérdidas de balón, sobre todo de Herrera y Muniain, que habilitaron las contras en las que navegaban cómodos Valdo y Acquafresca quien volvía a probar al meta de Ansoain.
Ahí también estuvieron fundamentales Iturraspe y Gurpegui, porque los de JIM la gozaban con grandes espacios y llegadas en igualdad numérica pese a su escasa posesión de balón. Su plan era ese.
Un penalti por codazo, como no, de Dávid Navarro a San José no pitado en un córner fue en realidad lo más reseñable que hizo el Athletic en 45 minutos excesivamente pestosos, que diría un ciclista.
La segunda parte nos trajo un mayor dominio de los rojiblancos y, aprovechando que no se creaban ocasiones, la banda sonora de 'Bielsa quédate' atronaba en la grada en algunos instantes. A veces seguida por un 'Urrutia kanpora' en el fondo de Herri Norte... Sin embargo más allá de cánticos volvió a despertar a la concurrencia un nuevo palo de los valencianos, cuando un tiro de Diop tras tocar en San José se iba a la base del poste.
Para terminar de aguar la fiesta Iker Muniain se iba a la calle por una patadilla absurda tras un forcejeo con Rodas en el minuto 61, dejándo al equipo con 10 con un mundo por delante. Teixeira estuvo como Billy el Rápido para echarlo, ya se le conocía, pero lo del díscolo navarro no hay manera de cortarlo.
En el 70' el Levante volvía a gozar de una buena ocasión con un despeje de San José que estuvo en un tris de entrar en su propia puerta. Pero seguramente más sacudió la pitada que le cayó a Llorente al entrar al campo, símbolo de una campaña surrealista del club que en algunos puntos, como el del riojano, ha sido demencial.
En la recta final podían más las ganas que las fuerzas o el acierto, que brillaban por su ausencia ante un rival que parecía contentarse con no perder en un día emblemática, o, tal vez, que no quería estropear la fecha.
En el 87' San José, hoy muy protagonista, tuvo una gran ocasión al rematar una falta de Ibai que Keylor Navas salvaba en la raya. Pero el que no fallaba era Juanlu, que dió la victoria a los de JIM en una contra en el minuto 90 fusilando a Gorka. Ojalá sea que el buen fútbol y los goles hayan quedado para San Mames Barria.