"Que sea el último partido tiene una significación innegable, pero de ninguna manera presionó al equipo. Si algo habría que destacar fue el exceso de elaboración. Lo negativo de la derrota para nosotros es que incluso el empate nos hubiese permitido aspirar a un puesto de UEFA", lamentaba.
Para el técnico el encuentro ante el conjunto granota fue "muy accesible" para su equipo "hasta los últimos quince minutos. Tuvimos muchas facilidades para jugar y debimos ganar por más de un gol de diferencia".
Según el de Rosario "el rival nos permitió manejar la pelota y llevarla hasta los últimos metros, pero faltó profundidad y precisión. Creamos muchos ataques, aunque pocas situaciones de gol" ha considerado.
Sobre la expulsión de Iker Muniain después de propinar una patada a Héctor Rodas, Bielsa ha deseado que las consecuencias de la acción de hoy le sirvan al navarro "para no repetirlo". "Es un jugador muy apasionado, muy fogoso, combativo y joven. Esa combinación en jugadores creativos, que normalmente son maltratados, genera alguna reacción inconveniente", ha apuntado.
Por último, cuando se le ha pedido una valoración de los gritos de 'Bielsa, quédate' de una parte de la afición bilbaína en varias fases del partido, el rosarino se ha limitado a comentar que "los apoyos siempre se agradecen". "Eso es todo lo que puedo decir", ha zanjado.