El volante rojiblanco, que reitera sentirse “muy feliz”, añadió respecto a su futuro inmediato que “lo que pasa es que tengo 24 años, y a ver qué pasa, soy feliz aquí y todo sucederá como tenga que venir. El club tendría que dar el paso”, a la par que ahuyentaba la hipotética posibilidad de que en diciembre el United volviese a la carga con los dichosos 36 millones de su cláusula de rescisión.
Herrera, relajado en su comparecencia, se siente satisfecho por el trato del público estos días frenéticos de ambigüedad sobre su futuro en el equipo. Explicó que el hecho de no actuar ni un minuto en el Bernabéu es achacable exclusivamente a Ernesto Valverde, que eligió a otros compañeros para la sala de máquinas: “Al entrenador se le contrata para tomar decisiones, y uno siempre quiere jugar y no puede estar contento estando en el banquillo”, para apostillar que “peleo por un sitio para el siguiente partido”.
A propósito del estreno del nuevo San Mamés en el entrenamiento matinal, Herrera comentó que es “espectacular, el césped se tiene que asentarse porque lleva tiempo puesto, pero tiene su proceso”. Sostiene “a nivel mundial vamos a ser una envidia. Es un estadio espectacular que esperemos que esté el día del Celta cien por cien y conseguir la primera victoria”.