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Caparrós: "Estuve en un club muy grande como el Athletic, un lujazo"

Joaquín Caparrós, actual técnico del Levante, no se olvida de su trayectoria en los banquillos y menos de su periplo de cuatro campañas en Bilbao: “He estado en uno muy grande como el Athletic, un lujazo, o en el Sevilla, 13 temporadas en Primera. Ahora quiero ir donde esté a gusto por el ambiente y la comunicación. En el Levante, un club familiar, quiero que sea tan importante el utillero como el entrenador”. 

El técnico utrerano repasó toda una vida de profesional. Ya en la élite, en el Villarreal sólo le concedieron siete jornadas: “Cometí el error de querer hacerlo todo: ser el preparador físico, el entrenador…, como en el Recre, de donde venía. A partir de ahí formé un equipo multidisciplinar”, reconoce quien como centrocampista “sin mucha capacidad de sufrimiento” militara en la escuela del Madrid con San José o García Hernández. Se retiró a los 27 años y se puso el chándal en el San José Obrero de Cuenca, repasó en una entrevista en El País
Cinco años en el Sevilla le encumbraron: “Yo había jugado en el Sevilla infantil y mi padre, que era administrativo, fue un gran sevillista. Si hubiera vivido cuando me presentaron como entrenador… Soy, junto a Del Bosque, Luis Aragonés y Javier Clemente, de los privilegiados que han dirigido a su equipo. Había mucho talento y el club empezó a tutear a casi todos”. La experiencia más traumática, en el Neuchatel suizo: “Fue muy fuerte. Fuimos allí ocho técnicos, pero a la semana el olfato me dijo que había metido la pata. Pasamos miedo (el dueño, Bulat Chagaev, llegó a intimidarlos con una pistola), pero hice valer lo que representaba. Fueron 40 días muy intensos y 24 horas en vilo. Hicimos piña con chicos de muchos países: sin hablar, nos mirábamos a los ojos y sentíamos que nos necesitábamos”, describe.  
Ahora, en el Levante, asegura que no le sugirieron que gestionara el lío de los jugadores acusados de amañar partidos: “No me hablan de eso. El único que se queda es Juanfran porque era el único que jugaba y tenía un alto concepto de él. No me he equivocado”. Tras encajar siete goles en la primera jornada ante el Barça, lo resumió con una frase genial: “Ya hemos visitado al dentista, que pase el siguiente”. Caparrós lo explica: “Cada gesto, cada detalle, día a día, tiene que ir encaminado al positivismo”.  

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