El Athletic 'cobra' pero no marca en el Calderón y precisa una nueva remontada

Asís Martín IIILa visita al Calderón en Copa tuvo el parte médico habitual: derrota, agresiones varias de Diego Costa sin ser expulsado, cantos contra Gurpegui e incapacidad del Athletic para crear ocasiones reales a una defensa muy bien armada. Con el (1-0) de Godin los de Valverde deberán volver a remontar en San Mamés el próximo miércoles si quieren pasar a semifinales. Una verdadera prueba de fuego porque los colchoneros aparte de en dar leña son expertos en defender ventajas exigüas. 

No es que los leones jugaran tan mal como en Liga, pero sí que en resumen la fría estadística reza que tan solo enviaron un tiro entre los tres palos en 90 minutos. Y es que Thibaut Courtois este curso no está claro que haya necesitado hacer paradas ante los nuestros.
Habrá que cambiar esa tónica en Bilbao ante la afición zurigorri, como se hizo ante Celta y Betis, sabiendo que en esta ocasión el visitante tiene un nivel muy superior a los dos eliminados. También se espera que en la Catedral el arbitraje no sea tan permisivo con Costa, que debió ser echado varias veces, Godin, el Cebolla y demás porque juegan con licencia para triturar. Así de claro.
En cuanto a las novedades la acumulación de encuentros y la existencia de choque de vuelta invitaron a rotar. Simeone permutaba cuatro hombres mientras que Valverde también reservaba varios efectivos: volvía Rico por Beñat, De Marcos salía arriba en lugar de Susaeta y Kike Sola en punta por Aduriz.  

El encuentro comenzaba con las premisas previstas en la pizarra. El Athletic sale a dominar el juego, presionando arriba buscando centros vía Ibai, mientras que los madrileños esperaban su turno parapetados atrás. La cosa no es que prosperara. Iba camino de quedar en tablas porque el primer tiempo fue muy controlado y equilibrado, lejos de otros partidos de pim-pam-pum, pero a los leones les pillaron en la recta final en la estrategia.
Y es que los envios largos a Diego Costa y el balón parado eran los mejores argumentos locales, y de hecho en el primer córner por un pelo no entró el balón de Koke olímpicamente a la meta de Herrerín.
Un aviso para estar con las orejas tiesas y no fiarse del presunto mal momento de los de Simeone,... bueno, aunque también los bilbaínos aún sin llegar mucho dejaron su impronta con un tiro del propio Ibai o con una bonita combinación que Herrera remataba arriba de un zurdazo. Lástima porque la ocasión, casi la única creada, fue francamente buena.
Por momentos costabacada vez más sacarla jugada ya que los anfitriones mandaban a dos hombres en cada inicio de juego desde atrás. Así en el 14', parece que los chispazos eran cronometrados cada 7 minutos, Iago tuvo que hacer un palomitón a un Diego Costa que no perdía el tiempo.
A Laporte casi le deja la cara -en un choque fortuito de los suyos- como la de Jake La Motta en su etapa final en el ring. En la segunda agresión que realizó al chaval de 19 años más que la amarilla de Fernández Borbalán se mereció la roja, pero le faltaron redaños al almeríense para echarle a la caseta, lo mismo que cuando le metió un plantillazo de karateka al borde del descanso.
No fue el hispanobrasileño, pero a Kike Sola, siempre con ese estigma de cristal de Bohemia que arrastra, también le dejaron un 'sms' en la rodilla. Que artistas...
Pero hablemos de fútbol. A partir del cuarto de hora los colchoneros fueron cogiendo peso ante un Athletic que se encogía tímidamente bajo la superioridad generada por los carrileros rivales. No es que fuera algo muy agobiante pero se notaba la sensación.
De Marcos hacía millas tras Filipe Luis y estaba disfrazado del hombre invisible en tareas ofensivas, parecido a Balenziaga con Juanfrán, vamos. Significativo era que Gurpegui y el portero fueran los más entonados, luego el esférico rondaba mucho el área vizcaína donde Iago, que volvía al Manzanares, dio el susto con un inoportuno resbalón.
El cancerbero de Basurto se iba a rehacer con un fantástico mano a mano con Adrián, al que le salvaba el gol con la pierna izquierda al encararle sin vencerse. Una providencial intervención que se celebraba justo hasta que Godin anotaba el 1-0 en el 41' entrando de cabeza como un misil ante la paralisis de la defensa hoy azulona. Un mazazo porque aparte de que los del Cholo debían estar con 10 el empate sin goles no era un guión descabellado, más allá de que se careció de profundidad y se acabaron escasas jugadas ofensivas.
Lo malo es que la segunda mitad por culpa de esa diana iba a estar atascadísima con constantes parones. Como el ir por delante es el sueño de Simeone para hacer su fútbol a la contra, Valverde optó por meter a Susaeta por Ibai con objeto de asociarse y poder tener más presencia arriba, precediendo a Aduriz. De Marcos probó fortuna con un buen tiro pero, como casi todos este curso en ese estadio, no cogió portería. No era nada fácil porque con espacios el Atlético la goza cual marrano en una charca y Iago tuvo que salir otra vez a los pies de Costa para evitar nuevos disgustos.
Mientras se sucedían los golpes en casi cada acción defensiva madrileña, en un córner hasta se pegaron un cabezazo entre dos de ellos, los de Valverde fueron capaces de estirarse con las habituales carreras del de Laguardia. Ya era algo, se tenía más presencia, tan solo faltaba rematar de verdad, hacer auténtico peligro porque los locales estaban demasiado cómodos. Sobre todo en los balones colgados donde no dieron la menor opción de cazar uno.
No es que ellos hicieran más, tampoco llegaban, pero el 1-0 les venía de perlas. Desde 30 metros lo tuvo que intentar Mikel Rico visto que no había manera de acercarse a un Courtois muy poco exigido, es más en la recta final fueron los madrileños quienes achucharon en busca de resolver la eliminatoria. Afortunadamente no se encajó ningún tanto más y hará falta un partidazo en La Catedral para superar a un rival rocoso tras visitar Iruñea este domingo. Es el año de las remontadas. A por otra.