La mejor baza del combinado al que preparó físicamente hace unos años, según exponía en declaraciones recogidas por La Tercera, es que "le puede ganar a cualquiera, porque tiene gol. Eso es lo que el futbolero ve y se ilusiona con eso". Es un equipo más maduro que el que cayó hace cuatro años en la fase de grupos ante el equipo de Del Bosque: "En 2010, Chile tenía jugadores casi sin competencia a nivel internacional. Ahora es diferente. Antes, había jugadores que le pedían autógrafos a Iniesta, te lo digo figuradamente... Hoy, en cambio, a los jugadores chilenos ya los recontraconocen. Hoy, Chile está más fuerte que en 2010. Es un equipo que está más rodado".
A pesar de manifestar que "no quiero hablar de Marcelo (Bielsa)", siempre tan celoso de su privacidad, confesaba que "está pendiente de Chile, es lógico que lo esté". Y se queda con el legado que el rosarino, como exseleccionador de Chile, ha dejado en el equipo que ahora comanda Jorge Sampaoli. "Lo bueno es lo que le ha transmitido a la selección, que es una idea fija de que se puede ganar. Lo importante es cómo sale Chile: sale como una selección de primer mundo. Nos van a respetar…".