Su ascenso al primer equipo coincide casualmente con la temporada inmediatamente posterior a la primera en la que Iraola bajó ligeramente el ritmo infernal de minutos que venía jugando año tras año. En la segunda vuelta, la mayoría de los partidos a domicilio los disputó De Marcos. "Jugué muchísimos minutos, sería de los que más jugué, pero sí es cierto que hubo algunos que salí desde el banquillo y todos queremos jugar lo máximo posible", constata. Un reto que, según asume, tendrán también "Bustinza y Oscar, todos trabajamos para intentar convencer al míster de que puede contar con nosotros, en esa competitividad se basa el éxito del equipo".