Es la cuarta y definitiva, al menos de momento, salida de Raúl. Tras sus cesiones a Conquense, Granada y Numancia, ha rescindido su contrato como león antes de tiempo para poner rumbo a El Sardinero. “Cierro un ciclo en Bilbao, he pasado muchos años, me he criado ahí y he crecido como portero, pero también estoy acostumbrado a salir", se resigna el guardameta, antes de subrayar que "es complicado jugar en la portería del Athletic”. Se presenta ante la afición cántabra como un portero alto que "para lo grande que soy intento manejarme bastante rápido". Cualidades que deberá exprimir para superar la competencia con Mario Fernández. Un reto que no le asusta. “Es bueno que haya dos porteros en pugna por el puesto. Esperemos que el míster lo tenga difícil para decidir”.