El técnico, abundando en los relativos problemas a la hora de iniciar el juego, insiste en que en el primer acto "ellos solo esperaban a que metiéramos el juego dentro para apretar, pero hemos tenido demasiados problemas en la salida del juego; si eso lo trasladas a la competición oficial nos puede costar caro. Ahí tenemos que mejorar un poco. El partido estaba más para presionar que para jugar, y eso les beneficiaba a ellos".
A Txingurri no le sorprendió lo más mínimo su rival. "Es un equipo ordenado. Teníamos buenas referencias de ellos e imaginábamos un partido así, aprietan bastante y nos ha costado, que es lo bueno, la lectura positiva", opina, puesto que la idea es ir subiendo el nivel de exigencia en cada amistoso. Lo que no le gustó tanto fue la dureza de los alemanes. "Los partidos de pretemporada tienen un problema, que las tarjetas no valen y los jugadores lo saben. Estábamos todos a ver por dónde saltaba la chispa", indica.