Valverde empieza a clarificar de manera palpable sus planes, al menos a corto plazo. El once inicial es fijo, recitado de carrerilla y, por lo visto hasta hora, los tres cambios casi decretados: San José por Gurpegi, o como ocurrió en Nápoles para apuntalar la zona ancha incrustándole entre los centrales y adelantando a Mikel Rico. Erik Morán como sustituto natural de Iturraspe. Espigado, de zancada, con buen juego aéreo, salida de balón y desplazamiento en largo, e Ibai Gómez por Susaeta, o por Muniain para cualquiera de las dos bandas. Entre estos catorce jugadores, más Viguera parece que va andar el juego en un tanto por ciento muy elevado. Si les responden, Valverde no comulga con las permutaciones. Viguera se va acoplando sobre todo para la banda izquierda y Guillermo, aunque no saltó al verde napolitano, ha dejado en la cuneta a sus tres contrincantes, cuando parecía que sería cedido, con el Zaragoza en la recámara. Guillermo, como Morán, son del gusto de Valverde dinámicos, versátiles y con salida de balón. De sus 24 hombres, con Unai López en sus oraciones aunque arrancará en el filial, uno saldría cedido o traspasado. Kike Sola y Toquero tienen novias, aunque la temporada es larga y sus fichas robustas; Aurtenetxe dependería de que se activase la operación Monreal y los jóvenes Bustinza y Aketxe se podrían quedar, aunque en el caso del zurdo todavía existe posibilidades de un préstamo.