Una de las grandes falacias del fútbol es que "todos los futbolistas son iguales", o aquel simplismo de que "nadie es imprescindible"... Pues que hagan una encuesta este viernes a la salida de San Mamés donde tras el parón el
Athletic Club se ha impuesto a
l RCD Espanyol (3-1) guiado por un
Aritz Aduriz estelar. El donostiarra, que volvía de talleres, metió el primero, dio el segundo a
Borja Viguera y sufrió un penalti no pitado. Lleva cinco de los 10 goles del equipo en Liga... ¿Habrá que sentarse a renovarle, no Josu?
Iturraspe, de un zapatazo, anotaba el tercero de una noche en la que entró todo lo que se disparó a la puerta barcelonesa y, aún sin brillantez, se dio pasaporte al maleficio con este equipo en Bilbao.
Víctor acortó distancias para un Espanyol que aún no ha ganado como visitante.
Datos aparte, lo cierto es que la flecha del equipo de
Valverde, que dijo
Sergio González, sigue hacia arriba tras sumar 11 de los 15 últimos puntos en el campeonato, con lo que abre hueco respecto a la zona baja y se asoma a las plazas interesantes donde se va a pelear por volver a Europa. La confianza ganada permitió ver incluso detalles de calidad tras un primer tiempo
espesito.
De salida la celebrada vuelta de Aduriz era la mejor noticia aunque la grada se quedó con las ganas de ver de inicio a Viguera de media punta por detrás del donostiarra. Había muchas ganas, Valverde lo vio y esa permuta a los 24 minutos trajo el posterior 2-0. También Susaeta y Muniain volvían a un once del que se caían Iraola, Guillermo y Unai López.
Le costó al conjunto vizcaíno entrar en materia, ya que los periquitos cedían metros voluntariamente con objeto de crear un verdadero embudo en su campo. La lucidez es una de las asignaturas pendientes de los leones, como lo demostraba el exceso de largos desplazamientos de Laporte que morían sin llegar a buen puerto. Todo el mundo quería jugar por dentro, pero sin velocidad, y no había espacio ni para filtrar un pase. Y si eso ocurría llegaba ese tormento en que se ha convertido servir un buen balón desde las bandas. Al menos De Marcos y Balenziaga estuvieron persistentes, aunque no acertados.
La estrategia rompe las tablas
Tuvo que ser el balón parado el que trajera el maná. A los 14 minutos llegaba la primera jugada de peligro rojiblanco en un córner que Iturraspe peinaba con peligro hacia el segundo palo. Era el camino para un Athletic dominador, pero solo hasta la tres-cuartos, con Viguera difuminado por la izquierda, sin 'veneno' por la derecha y sin que Muniain, de enganche, pudiera superar líneas blanquiazules. Un guión en el que el Espanyol estaba cómodo como Briatore en su yate viendo el cronómetro pasar. De hecho dio un buen susto a los 27' con un zurdazo de Sergio García que taponó la defensa.
Valverde no lo veía claro, ahí tomó la decisión clave y tantas veces pedida de mandar a Iker a la banda por Viguera, y justo puso a calentar a sus suplentes cuando llegó el inesperado 1-0. Aduriz, cómo no, ayudado por un rival batía en un remate de córner a Kiko Casilla anotando su quinta diana en un momento que al equipo le hacía mucha falta.
Aunque sólo había podido asomarse en estrategia, el Athletic creció con esa diana, y mereció irse con ese 2-0 al descanso que lograba Borja Viguera, que se estrenaba con un toque sutil tras un jugadón de Aduriz. El donostiarra demostró su generosidad y visión, y el riojano su clase y el por qué había enchufado 25 goles en el Alavés. Es más, incluso pudo ser mejor el resultado si el árbitro Melero López no se come un penalti escandaloso del guardameta amarillo chillón sobre el omnipresente Aritz. Pero en fin, visto el primer periodo era para lucir una ancha sonrisa.
Un golazo de Iturraspe cierra el partido
El abultado marcador obligó a los catalanes a meter cambios ante unos leones fortificados en defensa con esa dupla Etxeita-Laporte que está haciendo historia. Hasta han permitido a Gorka Iraizoz batir su récord de imbatibilidad en Primera, que era de 334 minutos sin recibir gol y que databa de la temporada 2009-10. Y eso que Stuani estuvo en un tris de batirle en el 63' con un tiro torvo que no entró de milagro o el poste que pegó Salva Sevilla con un obús.
Con el despertar periquito el Txingurri optaba por meter en el campo a Beñat con objeto de controlar más la pelota, echando a Viguera a la derecha, ya que la nueva línea de ida y vuelta era un riesgo innecesario. El riojano se había movido esta noche por las tres plazas de la media punta. Eso es polivalencia. Y los goles y los puntos traen la confianza, solo así se explica el golazo de Ander Iturraspe, con un tirazo impresionante desde 30 metros sin pensarselo dos veces que dejó atónito a Casilla. Un golazo que ya permitió cerrar el partido, despedir con una gran ovación a Aduriz y ponerse a pensar en Lviv donde el martes se mide al Shakhtar Donetsk en la quinta jornada del Grupo H de la Champions League. Fue tal el despiste general que se permitió a Víctor Sánchez romper la racha de Gorka tras rematar a placer en área bilbaína cuando ya todo el mundo pensaba en atarse el abrigo para irse a Pozas, aunque también para ver a Viguera soltar un misil que si entra le regalan una réplica del campo. Con la entrada de Unai López acababa una cita que casi iguala la mayor goleada de la campaña. Que haya más.
@asismartin