El entrenador de la Real Sociedad, David Moyes, tomó buena nota del Athletic, su próximo rival en Liga al que pudo espiar en la grada de San Mamés ante el BATE los puntos débiles donde poder meterle mano este domingo por la noche el estadio de Anoeta. El técnico galés pudo observar el peligro a balón parado de San José, la calidad de Laporte o la progresión de Susaeta por la banda derecha.
Un Athletic que aterrizaba ante el BATE después de dos esquivos partidos ante el Alcoyano, con un pírrico empate sobre la bocina obra de Viguera, y la dolorosa derrota ante el farolillo rojo, Córdoba, el pasado sábado en San Mamés. Moyes, que estuvo espiando hace varios días al Eibar, anotó en su libreta las acciones más destacable del equipo de Valverde. Seguro que comprobó la insistencia en el remate del equipo (hasta 30 chuts a puerta), la voracidad en este capítulo de Ibai Gómez, con una docena de disparos de su cosecha, o el estado físico de Aduriz, al que seguramente el técnico rojiblanco testó en los últimos compases para calibrar su viabilidad para saltar de titular en Donostia. Moyes también cotejó que Balenziaga está como una moto, que Mikel Rico barre todos los balones del mundo en la medular, aunque a veces se precipita en el pase, que Iraola seguramente se descabalga por la inoportuna lesión muscular, que De Marcos es un multiusos de empaque al que sólo se le hace de noche cuando se acomoda el balón para anotar goles y que Guillermo va dejando pinceladas de talento, aunque a veces se estrelle con la madera. Este Athletic no ha perdido en Liga las últimas cinco salidas y los leiones lo tienen claro: "Iremos a Anoeta a ganar, a ser protagonistas y a llevarnos los tres puntos", lanzaban los rojiblancos en zona mixta. La Real se desplomó en el Madrigal ante el Villarreal, pero un derbi es otra historia.