Marcelo Bielsa no perdió el tiempo a su llegada a Marsella. El técnico argentino, que se presentó dos días antes del previsto día 8 de julio, supervisó el segundo entrenamiento de su equipo, apenas unas horas después de su aterrizaje en Francia procedente de Buenos Aires.
Bielsa fulminaba así las distintas especulaciones lanzadas desde medios galos narrando que se desconocía su paradero, cuando el Olympique y su presidente ya sabían la fecha exacta de su incorporación a la pretemporada para preparar su segundo asalto a la Ligue 2. Como es habitual, el ex técnico del Athletic, llegó al final del calentamiento de los jugadores, liderados por Jan Van Winckel. Estuvo dando consejos a varios de sus hombres bajo un calor abrasador, ordenó combinaciones con uno o dos toques, llamadas, centros de coordinación y remates. Tras el mismo y mientras estiraba su tropa a la sombra, Marcelo Bielsa se retiraba al interior de las instalaciones marsellesas. En Francia conjeturaban sobre su paradero y también sobre las razones de su ‘desaparición’, que relacionan con una medida de presión a la directiva del Olympique para que refuerce lo antes posible el equipo, dada la gran cantidad de bajas que ha sufrido tras finalizar la temporada (el goleador Andre-Pierre Gignac se ha ido al Tigres de México y también han dejado el club André Ayew, Rod Fanni, Jeremy Morel, Dimitri Payet y Gianelli Imbula). El plantel con 16 jugadores puso punto final a su concentración de pretemporada de Girona. El próximo 18 de julio disputará su primer amistoso, en Túnez contra el equipo local Etoile du Sahel. Bielsa ya está a los mandos del equipo.