Ernesto Valverde, ya inmerso en la Europa League, compara al Zilina con el Rayo por “su espíritu ofensivo”, confiesa el técnico del Athletic Club, que desliza que tras tanta celebración de la Supercopa su tropa “no sólo está recuperada, sino con una moral alta si la sabemos administrar”. Advierte que “tenemos que bajar otra vez a la tierra, es un partido muy peligroso”.
Valverde tira de fondo de armario. Los minutos en las musculaturas se van acumulando: “Balenziaga es un jugador muy específico y quería que descansara. En el puesto de Susaeta hay bastantes jugadores”, puntualiza sobre las dos ausencias más significativas, apostillando que descansará “alguno más”. Por el contrario Kike Sola se presenta como 9 y Williams para la segunda parte, según se extraen de sus palabras: “Willi está en condiciones, quizás no para comenzar, pero es posible que entre durante el partido” mientras que Kike Sola, ausente por sanción el domingo ante el Barça en Liga, podría jugar por Aduriz: “Sí, puede ser así. Tiene que haber cambios, necesitamos gente fresca”. Sumergiéndose en el Zilina, que ha disputado ya cuatro jornadas en la Liga eslovaca, advierte que “es un gran rival, tiene argumentos para hacernos daño. Después de ganar un título, tenemos que volver a bajar a la tierra para estar otra vez en el cielo”. No quiere confianzas ya que se trata de “un partido te puede sacar de la competición. El ritmo debe ser alto, debemos imponer mucha energía. Ellos nos puede sorprender, tienen buenos jugadores”. Sobre el patrón de juego eslovaco avisa que “arma el juego desde atrás y llega al ataque con mucha gente. Tienen a Jelic (su goleador)”. Valverde desveló además que Iturraspe “no va a llegar al Barça” y que San José “igual tampoco”, mientras que con Etxeita habrá que esperar su evolución. Habrá jornada el fin de año. Una broma: “Me parece que esta guerra entre Federación y la Liga va en perjuicio de todos. La Liga podía haber empezado el 15. No es serio cambiar cuatro días antes”.