La última noticia aparecida sobre Bixente Lizarazu (San Juan de Luz, 1969) decía que el exlateral de Iparralde tras sus devaneos con el surf y el skeleton andaba haciendo Jiu-Jitsu brasileño a nivel competición internacional.
Personaje peculiar donde los haya, siempre ha dado mucho juego en la prensa con sus excentricidades, pero eso no quita para reconocer que era un gran futbolista.
Que en este caso vuelve a nuestra memoria al ser el único jugador que ha militado tanto en el Athletic Club de Bilbao como en el Olympique de Marsella. Dos entidades que medirán fuerzas en los 1/16's de final de la UEFA Europa League en el mes de febrero del año próximo.En su despedida del Athletic le lanzaron hasta monedas en pleno Pozas
Campeón de Europa con el Bayern de Munich y del Mundo con Francia, con el Athletic Club jugó tan solo 16 partidos de Liga con Luis Fernández en la temporada 1996-97, y salió de Bilbao multado por el club al negarse a viajar a Alicante para medirse al Hércules, y por piernas tras una encendida rueda de prensa para anunciar su despedida en la que le lanzaron hasta monedas en pleno Pozas.
Excompañeros recuerdan que "era buen tio pero iba a lo suyo", como por ejemplo cuando "el Club le prohibía hacer surf y estaba todo el día con la tabla en Sopelana", recuerdan a ElDesmarque Bizkaia. "Una vez, estando lesionado, pidió que le enviaran las máquinas y el fisio a su casa para recuperarse allí sin tener que bajar a Lezama", nos dicen con una sonrisa que lo expresa todo.
En Marsella tampoco le fue mucho mejor. Jugó 14 partidos y acabó teniendo problemas con el nuevo entrenador. Como el mismo Bixente comentaría años después: "Me gustó mucho el tiempo que estuve con José Anigo de técnico. Luego tuve un problema con una persona. No voy a repetirme cincuenta veces, pero si me hubiera quedado, habría ido mal. Pensé que no podía seguir allí, porque era algo que nunca había experimentado en mi vida", dijo entonces.
Sin pelos en la lengua explicaba que "era mejor dejar la mierda y seguir adelante (...) Yo hice lo que tenía que hacer con el Girondins de Burdeos, con el equipo de Francia y con el Bayern. Mi historia es muy simple. Si no fuera por el entrenador podría haber continuado en Marsella", explicaba el labortano que no tenía a bien ni acordarse del Athletic por lo visto.
En aquella campaña dejó Francia en el mercado invernal y se retiró en las filas del Bayern de Munich; en su último año en el Bayern (2005-06) llevó el dorsal 69, por cierto, para posteriormente dedicar su tiempo a ser comentarista televisivo y a los tatamis.