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Athletic Club
0-0
Villarreal CF

El Villarreal atasca las ilusiones Champions del Athletic

Asís Martín

La lluvia que tortura a los socios del Athletic Club hizo acto de presencia con la nueva visita a San Mamés de un Villarreal que venía con la idea clara de no ceder un milímetro a las lejanas ilusiones de Champions League de los bilbaínos. No dudó en ir a la pelea, incluído Marcelino con el banquillo rojiblanco claro, en un choque que no tuvo nada que ver con el de Copa del día de reyes y que dejó cierta tristeza de ánimo por la puerta casi ya cerrada. El punto sabe a poco y se ha cedido el golaverage.

Hubo casi 40 faltas, 12 tarjetas amarillas y dos expulsados, lo que indica lo poco que se pudo jugar. Hoy sufrímos muchas faltas, mucho agua y a cambio no vimos ningún gol. Bueno, prácticamente ni siquiera remates. Un pequeño fiasco carnavalero al que se sumó el trencilla Melero López, que cortó en demasía el ya de por sí escaso ritmo. Encima Williams, expulsado, y Mikel San José serán baja en el Bernabéu al ver este una amarilla 'de oído', salvo que lo arreglen los comités, como pasara ya con Laporte.
Ernesto Valverde, que hoy cumplía 235 partidos al mando (igualando a Urquizu), ante la baja de De Marcos, apostó por la juventud con (¡por fin!) Iñigo Lekue de lateral derecho en casa y con el refuerzo de la apuesta de Bóveda como central, principales novedades en un once del que se caía de nuevo Xabi Etxeita.
Williams asume el protagonismo
El choque, fue perdiendo ritmo, pero empezó vibrante. Tal vez sorprendido por el viento o la floja entrada el equipo vizcaíno se encontró con una ocasión clarísima de Soldado ante Iraizoz con apenas dos minutos de juego. Un buen susto en forma de la habitual contra castellonense que fue rápidamente contestada por Aduriz, con un remate al palo tras un servicio de Williams, pero aunque la jugada estaba invalidada por fuera de juego dejó claro que ambos equipos querían morder.
Así lo demostró otra vez Williams, muy activo por dentro, tras un buen pase de Lekue que supuso otro córner peligroso contra los amarillos. El lateral bilbaíno era un cuchillo, entraba una y otra vez poniendo balones a los que luego faltaba una buena dirección, porque el control de juego era total. Él y Balenziaga, pese a algún pequeño despiste atrás con Denis Suárez, se habían convertido en dos cohetes.
El partido se adormece con la lluvia
Pero había mucho en juego y el rival era duro y sabio. Decidió bajar el diapason. Llegada la media hora hacía tiempo que no había una buena ocasión que llevarse a la boca. El Athletic, chutaba más sí (6-1), pero no resolvía el rompecabezas y el Villarreal no encontraba errores de los que sacar tajada, en resumen, tablas en todo. Se acumulaban las faltas, el juego se espesaba y empezaba a oler a que un solitario gol podía ser decisivo.
La táctica narcotizante de los de Marcelino dio su fruto a la espera de lo que ofreciera el segundo periodo, que volvió a empezar con ritmo alto, con un remate de Aduriz y unas manos pedidas en área levantina que no lo fueron. El choque había cogido brío. Soldado se ponía morado a dar cera, el público empujaba pese al diluvio, Laporte se lucía en los cruces, aquello sí era fútbol.
Se caldea el ambiente
Cuando el encuentro se puso serio Leo Baptistao y Sabin Merino fueron los primeros recambios. Ambos misters querían más presencia en ataque tras la estabilización de la guerra de trincheras. Nadie quería perder. Lo comprobó Musacchio que se llevó un fuerte plantillazo de Merino en un balón de banda que le obligó a irse a la ducha casi a la vez que entraba Muniain al campo.
En el 83' Iraizoz, que empataba en partidos a Zarra, salvaba al Athletic saliendo a los pies de Soldado que se encontró con un mal despeje que curó del hipo a media Catedral. El Villarreal, más fresco, llevó peligro en el rush final, pero los leones no se arredraron y a falta de claridad por lo menos se dejaron el alma en el intento.
El trencilla andaluz echó a Williams cuando ya el partido se cerraba. No quedó nada clara la jugada ciertamente, pero en fin, el empate fue justo. Habrá que seguir peleando, aunque ahora ya la cuarta plaza parece muy lejana.
Una semana para preparar el asalto al Bernabéu 
La plantilla rojiblanca, tras caer en Copa, podrá volver a disfrutar de una semana plácida antes del '8.000' que le espera el sábado en el Santiago Bernabéu. Allí deberá vérselas con el Real Madrid, que ahora dirige Zinedine Zidane, especialista en golear visitantes ante su público. Toda una prueba de altura antes de retomar la competición europea ante el OM de Michel y Alkorta en Marsella el día 18.

@asismartin

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