Otro 'rulazo' en Granada catapulta al Athletic en la tabla

Tras las victorias ante Dépor y Valencia el Athletic Club trataba de estirar su racha liguera en uno de sus campos menos agraciados, el nuevo Los Cármenes, donde este miércoles ha vencido por (1-2) ante el Granada CF en lo que supone una tercera victoria consecutiva que le propulsa a la zona noble, con 9 refulgentes puntos. Otro misil de Raúl García y una jugada de estrategia, culminada por Aymeric Laporte, permitieron sacar petróleo en un feo partido ante un contrincante valiente y correoso, pero aún algo falto de cocción.

Lo verdaderamente importante es el cambio de inercia rojiblanco. Si bien no es que el fútbol que hacen sea artístico, sirve para hacer saca, empatado con la cuarta plaza, y para irse soltando el lastre que suponían las derrotas en la psique de los futbolistas. El calendario es implacable por lo que con fluidez o sin ella hay que sumar, para poco a poco ir limitando los errores defensivos o la falta de arranque que a veces demuestra el equipo.
Con tanto partido rotar es obligado, no queda otra, si bien luego en función del resultado siempre se juzgue luego si es bueno o malo hacerlo. Va en el sueldo del mister. Sea como fuere Ernesto Valverde recuperaba para la causa al desaparecido Xabi Etxeita, metía a Muniain por Williams, reafirmaba a Kepa bajo palos por tercera jornada consecutiva, y daba, ante las ausencias de Bóveda y De Marcos, lo que tantas veces se solicita, el lateral derecho a Iñigo Lekue.
Un once de garantías y una iniciativa constatada ya desde las primeras acciones de unos leones que se fueron a pecho descubierto a campo rival. La presión de los hoy verdes incomodaba a los andaluces, que sudaban tinta para sacarla jugada como quiere Paco Jémez, que tiene a su renovado equipo aún en fase de conocerse. Pero si te confias te la lía, claro, y dio un pequeño susto a los 7 minutos en un balón parado donde Balenziaga se durmió.
Al menos el de Zumarraga, pese a tener buen toro con Foulquier, lo arreglaba estando providencial en un cruce ante Kravets cuando el Granada pasó a estabilizar el choque convirtiéndolo en un insulso tonteo en medio campo. El hecho de que Kepa no parara de sacar envios en largo era indicativo de lo que costaba crear fútbol, vamos que como en Riazor hubo que esperar a un 'Rulazo', esta vez de zurda para poder ver un gol. Corrijo, golazo, que pegó en la madera antes de entrar.
Con ese 0-1 en el 15' el equipo local se vio obligado a dar un paso al frente. Momento en el que se echó de menos algo más de sangre fría en los hoy de nuevo verdes, que cedieron demasiados metros, si bien los granadinos no supieron canjearlos por ocasiones. Hubo que esperar al 31' para que Aduriz probara al Memo Ochoa en una contra que remató tal vez demasiado al muñeco. El donostiarra, en pleno combate con Gastón Silva, tras su doblete ante el Valencia ha cogido pulso, hoy dominaba por arriba, pero dejaron de llegarle balones. Vamos, que se dió vida al contrincante... y se pagó.
Porque lo que sí llegó es lo que suele costar multas, renaciendo las dudas de anteriores partidos en la zaga, el empate a uno en el 44' tras una eterna jugada nazarí en área de un Kepa que tapó mal y que acabó enchufando Mehdi Carcela por el palo corto. Con que poco se había pasado del posible 0-2 a tener que empezar de nuevo.
A la vuelta, con el disgusto todavía en el cuerpo, volaron los misiles. Primero Alberto Bueno soltó un obús desde la frontal que Kepa pudo justo rozar con los dedos antes de dar en el travesaño; y seguido, Rulo volvió a soltar otro zapatazo de los suyos que permitía lucirse al meta mexicano. En resumen un tuya-mía muy expuesto, sobre todo viendo como los interiores granadinos, el marroquí Carcela y Pereira, estaban volviendo locos a los laterales vizcaínos, lo que posibilitó a Kravets 'embarrenar' a Kepa que esta vez sí aguantó firme.
Valverde ya no se lo pensó mucho mas, trató de reactivar las bandas quitando a los inertes Muniain (¿qué pasa contigo, Iker?) y Susaeta (en su partido 403), para dar paso a Williams y a Sabin Merino. Vía balón parado al menos resurgió el peligro con un remate de Aduriz que casi trastorna a Ochoa, mientras en el otro área Ponce remataba a milímetros de la cara de Kepa; pero el choque estaba manifiestamente abierto, y ahí es sabido que el Athletic es dado a inmolarse.
El centro del campo local, con Atzili por el ex blaugrana Samper, tenía más empuje. Pero la estrategia, bendita estrategia, permitía a Laporte introducir la pelota de forma embarullada en la meta andaluza tras un primer toque inicial de Mikel 'Imán' San José. Era el 76' de juego y las cartas volvían a brillar en las manos del Athletic. Para guardar la viña el Txingurri agotaba cambios con Iturraspe, mientras Dimitri Foulquier dejaba a los de Jemez con 10 porque el hombre, que había hecho un partidazo, estaba muerto.
No muerta, sino de parranda, como decía la canción, estaba la afición vizcaína para ese rus final viendo que los puntos se venían inexorablemente para el botxo culminando un recorrido ascendente tras el oprobio de Sassuolo. La subida final de Ochoa a rematar un córner no sirvió más que para darle épica al triunfo de los verdes.
El Sevilla cerrará una semana muy intensa
A las huestes del Txingurri aún les queda un compomiso para cerrar esta semana tan ajetreada, y es nada menos que un equipo que está en Champions League, el Sevilla de Sampaoli, que visita San Mamés este sábado a las 18:30 horas con un día más de descanso que los bilbaínos por cierto. Veremos nuevas rotaciones seguro y la probable vuelta de Oscar de Marcos tra su esguince ante el Valencia.

@asismartin

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