Es Noticia
Athletic Club
3-1
Sevilla FC

El Imperio sevillista sucumbe ante la Fuerza del Athletic

Asís Martín

Hoy era el día de Star Wars en Bilbao. Como bien sabía el matemático y astrólogo Averroes la numerología está en todas partes. El Sevilla FC llevaba seis derrotas consecutivas en San Mamés, 21 partidos sin vencer lejos del Sánchez Pizjuán, el Athletic Club buscaba su cuarta victoria en fila con Kepa bajo palos, Aritz Aduriz sumó 350 partidos en Liga,... todo eso está muy bien pero, afortunada o desafortunadamente, en fútbol 2+2 no son 4.

¿Cuánto pagaban las casas de apuestas por el primer gol de Mikel Balenziaga como futbolista profesional? ¿O por ver a Iborra de portero? Seguro que un potosí. Este sábado hemos asistido en una repleta Catedral al pulso entre los, a priori, dos mayores candidatos a pelear por la cuarta plaza del campeonato que dé acceso a la Champions League.
Un test de verdad. Un pulso temprano, pero muy serio, que se ha saldado con el triunfo de los de Ernesto Valverde por (3-1) con goles de San José, Balenziaga y Aduriz (de penalti) que superaban al del exquisito Nasri.
Un resultado que les permite voltear la tabla superando a los de Jorge Sampaoli en la misma e incrustándose en la zona más jugosa de la clasificación: tercero con 12 puntos. Eso está genial, pero como aún es muy pronto, es tanto o más importante la sensación de crecimiento del equipo por la que esta semana se preguntaba en Lezama al mister de Viandar. Se han hecho tres goles y, sobre todo, se ha defendido de cine.
Un triunfo de kilates, cuarto seguido, que debe dar rienda suelta a una mayor continuidad en el dominio de los partidos.
Como era de prever con ambos contendientes el choque comenzó intenso, era partido de los de meter el pie sin duda. Buen ejemplo era el indomable De Marcos, superado su esguince Grado II en tiempo récord, que volvía a escena defensiva junto a Yeray, manteniéndose Kepa en la portería y entrando Williams por el dubitativo Muniain. Mientras que en el lado andaluz hubo varias sorpresas -en una gran rotación- habida cuenta de que el martes tiene Champions en casa.
Lo cierto es que de entrada el Sevilla vio pasar un tren expreso. El Athletic arrancaba desmelenado, presionante, preciso en sus paredes y hasta con llegada, vía disparos de Iñaki; sus primeros diez minutos fueron lo mejor del curso. En esa barrera los sureños daban un tibio paso adelante, si bien el único que forzaba córners y apretaba era el conjunto del Txingurri, donde destacaban las ganas de un activísimo Susaeta en su mejor versión.
Sobraba empuje, faltaba puntería en todo caso. La lluvia de disparos bilbaína no terminaba de centrarse en los tres palos mientras Sampaoli, digno discipulo de Marcelo Bielsa, hacía kilómetros cavilando en el área técnica. ¡Que stress! A sus chicos les costó 24 minutos acercarse a Kepa, pero fue tan solo el aperitivo antes de que San José premiara al conjunto más ofensivo con su habitual gol a balón parado. A trompicones el navarro batía a Sirigu en una especie de lucha libre tras un córner de Beñat.
Como es lógico el segundo clasificado ahora sí que tuvo que arriesgar, subiendo sus laterales más arriba, pero solo crearon peligro en la recta final del periodo frenados por un Yeray tremendo; mientras los locales tomaban peligrosamente aire. Ya se sabe que no es lo suyo dormir partidos, por lo que fue un alivio ver una gran contra, tras la que se pidió penalti por mano, con pase de la muerte de Williams al que Aduriz no llegaba por milímetros. Así que con un Athletic que fue mejor y ganando se llegaba al descanso sin un claro penalti no pitado de Iborra sobre Laporte además, bastante similar a otro del segundo tiempo sobre Rulo.
Estaba claro que dedicarse a mantener el 1-0 era un suicidio viendo el banquillo sevillista. La posesión había cambiado de bando, si bien las dos primeras llegadas volvieron a ser bilbaínas, el lógico empate llegaba en el 54'. Nasri, todo clase, marcaba en semifallo con la zurda en una jugada en la que él hizo casi todo. Como les digo un palo, pero se veía venir. Encima Sampaoli empezó a tirar de 'gallos' como Vitolo, y ahí apareció el que menos se esperaba, cosas del fútbol, Mikel Balenziaga metía un golazo impresionante con robo, autopase y definición de lujo al palo largo. De pañuelos.
Con la entrada de Iturraspe y Vieto quedó el duelo marcado. El Athletic se atrincheraba con 3 centrales ya que el Sevilla usaba la fórmula de los dos delanteros. Con los blancos a la carga Kepa hizo la parada de la tarde ante un remate de Sarabia, aquello olía a que iba a ser largo, muy largo. Al menos San Mamés bramaba, que es algo que cuesta cada vez más ver salvo en días concretos, lo que habla de la importancia de este encuentro.
Saborit, recién salido, tuvo en el 80' la resolución tras un robo suyo en medio campo, pero no supo acertar ante Sirigu cuando quiso cederle el marrón a Aduriz. Visto lo visto, tocaba volver a aguantar el chaparrón. Tic, tac... el tiempo pasaba lento, pero Sirigu (como toda la tarde) echó una mano al agredir a Aduriz provocando su expulsión y un penalti que el propio punta donostiarra transformaba con Iborra de portero en el 90' de juego. Tan solo sobró la bobada de Williams sobre el nuevo meta sevillista. El resto para recordar. Los de Valverde ya están ahí.
Esta semana retorna la Europa League a Bilbao 
San Mamés volverá a ver a los leones pronto. Este jueves los de Ernesto Valverde regresan a la competición continental como locales, ya que serán los anfitriones del Rapid de Viena (21:05) en un duelo de victoria obligada tras el petardazo dado ante el Sassuolo en Italia. No queda margen de error. Para el domingo quedará el habitual compromiso liguero, en este caso con la visita a La Rosaleda de Málaga a las 18:30 horas.

Expandir v

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@asismartin

24 de septiembre de 2016

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