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Alto riesgo para el Athletic

Alberto Santacruz

Las autoridades competentes ya han dado su veredicto de cara al partido de la Europa League entre el Athletic Club y el APOEL. Será partido de alto riesgo. La Comisión Estatal Contra la Violencia no se refiere a lo deportivo, pero podemos extender esa declaración a lo que pueda pasar sobre el verde.

A estas alturas de la temporada los rojiblancos no están para regalar nada. Sigue sin aparecer esa forma física envidiable que estábamos ansiosos de que cayera del cielo para algunos de los futbolistas que este año no están para renovar al alza sus contratos. Tampoco aparece el juego fluido de cuya falta hemos echado ya la culpa hasta al del carrito de los helados.  Esta temporada toca vivir de la oportunidad. De la calidad individual que hace de los destellos esporádicos momentos para la victoria. Para la remontada. Para la épica. Ese punto ‘Braveheart’ en el que se encuentran más cómodos los rojiblancos. Una inyección de adrenalina que queda muy vistosa en el final de un partido o en grandes foros como el Camp Nou, pero que lleva al cabeceo de circunstancias cuando se medita en frío lo sucedido.  El Athletic ha tenido dos caras en lo que va de temporada, y no se parecían entre sí. Han sido Iglesias y Errejón, o Errejón e Iglesias. En San Mamés y a domicilio. Muy difícil de mantener esa bipolaridad sin que alguna de las dos versiones se impusiese sobre la otra.  Y ha llegado el momento en el que la herida por la que se escapaban los puntos es solo una. Fuera y en casa, la misma. El Athletic no tiene pegada sin que le pongan banderillas, no domina los partidos y no se reconoce a sí mismo de un encuentro a otro. El virus al que parecían inmunes en San Mamés se ha instalado también en La Catedral.  Los de Valverde ya han jugado con fuego. Ahora toca no quemarse y dejar de lado el final del refrán. Porque remontar en liga a equipos de nivel inferior puede ser un juego tan entretenido como poco gratificante, pero dejar con opciones al Apoel después del partido del jueves puede ser definitivo. Es un partido de muy alto riesgo para el Athletic. Porque las eliminatorias ya son al todo o nada y porque caer en esta ronda frente a este rival sería un fracaso.  No es un partido frente al Barcelona en el que demostrar a los espectadores en China que el conjunto rojiblanco tiene potencial. Tampoco es frente al Manchester para salir en los resúmenes de Inglaterra. Es frente a un equipo chipriota, que no tiene el potencial del Athletic, y con el que los rojiblancos deberían demostrar a la grada, y a sí mismos, que van en serio en esta competición.  Los grandes logros no se consiguen solo dando la cara frente a equipos que te la pueden partir en un par de buenas jugadas. Se cimientan en victorias solventes mientras esperas a esos equipos potentes.
Por Alberto Santacruz, Periodista en 95.1FM y

@a_santacruz

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