El regreso de Yeray Álvarez era la gran noticia del entrenamiento de este pasado lunes. Verle trotar, e incluso tocar balón, es un signo evidente de que el proceso para curar su cáncer testicular va por buen camino. Su actitud ante ese duro trance, siempre con una sonrisa, despierta la admiración de sus compañeros de equipo.
"Es un chico con una fortaleza increíble, y ver como lo está llevando no es normal", afirmaba Iñigo Lekue en clave de elogio hacia el central.
La plantilla rojiblanca sigue "el día a día" de las evoluciones de Yeray "y vamos siguiendo más de cerca su situación". Verle correr por Lezama "es algo positivo para nosotros, pero lo tiene que ser para él. "Seguro saldrá adelante", añadía Lekue.