Después de vivir una deslucida despedida, ya que mucha gente se había marchado ya del estadio, Gorka Iraizoz ha vuelto ha pisar el verde de San Mamés después de su marcha del Athletic Club. Ataviado esta vez con los colores del Girona, el meta ha sido recibido con cariño, tanto por parte de la afición como de sus antiguos compañeros.
El navarro ha saludo a su amigo trabajador de la seguridad de la catedral, como ya solía hacer cuando militaba en el club bilbaíno. Los aficionados presentes en el estadio han ovacionado al arquero cuando este salía a calentar y cuando el speaker le mencionaba a posta en último lugar.
El segundo portero con más partidos en la historia del Athletic también ha recibido el afecto de los miembros del staff rojiblanco y de sus ex-compañeros, los cuales le han abrazado de manera efusiva cuando se han cruzado con él en el protocolario saludo entre ambos conjuntos. Luego no le han perdonado, y le han metido dos goles rubricados por Iker Muniain y Aritz Aduriz.