Después de caer consecutivamente ante UD Las Palmas y Atlético de Madrid al Athletic Club se le abría este sábado la necesidad de rehacer su camino en la Liga Santander con una victoria ante el colista, el Málaga de Míchel, en La Rosaleda. Parecía atada, pero de la nada surgió... el equipo aspirina que metió al rival en el partido.
Ganando 1-3 al farolillo rojo, que estaba con 10, parecía hecho, pero este equipo es desconcertante y, sobre todo, un flete en defensa. El (3-3) final con un gol de Aduriz, de penalti, y un doblete de Iñaki Williams ante un equipo sin puntos y un gol a favor tras cinco jornadas que acabó con diez por expulsión de Kuzmanovic, y fue capaz de meter dos estando en inferioridad (tantos de chiste obra de Rolan), supo a derrota dura. Y menos mal que Kepa...
Los nubarrones que se cernían entre la falta de juego y las desconexiones de cada partido parecen ahora traer una pequeña depresión pese a que Iker Muniain, que ha forzado un penalti y dado dos asistencias, ha liderado a un equipo que tuvo minutos buenos, pero sigue sin encontrarse del todo, y que durante buena parte de la primera mitad fue sostenido por el portero. En la reanudación los agujeros de Iñigo Lekue terminaron de torpedearlo, lo que sirvió para quedarse con 8 puntos y afrontar ahora a dos rocas como son el Valencia y el Sevilla.
Animado a seguir con las rotaciones por el calendario, el Cuco Ziganda también era sabedor de que hoy había mucho en juego: Míchel su cabeza y los leones abrir una posible crisis, así que fue 'sólo' con tres cambios en relación al miércoles en la catedral. Metiendo a Williams, Córdoba y Vesga en el once, mientras que Raúl García, Beñat (por cuarto partido...) e Iturraspe se quedaban en el banquillo haciendo arquear las cejas por el escaso fútbol que se veía venir.
En todo caso lo más práctico que se podía hacer era crearle desconfianza a los locales, con el agua al cuello, cuanto antes. Muniain, el más listo, lo hizo de cine y forzó un claro penalti a los dos minutos de partido, pena máxima que Aduriz, olvidando lo del miércoles, transformaba magistralmente con un 'panenkito' marca de la casa. Lo que chirría es que tras el gol tempranero los bilbaínos trataron de enfriar el juego, ya se sabe que eso no es lo suyo, lo lograron un rato pero sin ejercer control.
Una tarde más la dupla Vesga-Sanjo ni atacaba ni contenía. Primero Adrián no empató por un pelo, luego Kepa tuvo que hacer un palomitón a Borja Bastón en el 27', Rolán y Mula generaron desajustes empujados por una grada que, a la desesperada, no callaba. Aquello pintaba feote pese a que Vesga tuvo el 0-2 a nada que su remate, totalmente solo, hubiera sido picado y no al muñeco. Al final el Málaga tuvo su premio con el tanto del uruguayo Diego Rolan al palo largo ante la pasividad defensiva vasca.
Kepa evitó males mayores al filo del descanso con otra ocasión cantada tras regalo infartante de Lekue cuando el colista ya nos pintaba la cara de colores ante la desaparición de hombres como Iñaki Williams o San José. Había que empezar de nuevo el encuentro con 1-1, pero ahora con los andaluces crecidos (56-44%) y el temor a lo mal que suelen afrontar los vizcaínos las segundas partes. Se ve que la charla del Cuco fue efectiva porque esta vez fue todo muy diferente y al poco de arrancar, a pase de Muniain (tras posible falta...), Iñaki la rompía en el marco de Roberto con saña. ¡Que obús!
Para completar la voltereta anímica Kuzmanovic era expulsado por decirle algo a Del Cerro Grande tras darle un 'tantarantán' a Córdoba en una jugada que acabó con tres tarjetas. Ante el colista, en ventaja y con un jugador más los puntos eran poco menos que una obligación, por lo que a pico y pala de nuevo Muniain y Williams fabricaron en 20 minutos el tercero, entrando ajustado al palo largo.
El 1-3 supuestamente era la tranquilidad, pero un empanadón de Lekue atrás, y van..., permitió primero a Baysse recortar distancias justo antes de que Iñaki errara su posible hat-trick, y luego que Rolan lograra el 3-3 en medio de una 'pirrilera' absoluta. Casi daban ganas de rezar por no perder cuando ya al final entraba Ager Aketxe para no se sabe si perder tiempo o buscar un milagro en una falta. Que desparrame, Kepa tuvo que salvar el cuarto a los pies del exBurdeos Rolan que parecía Falcao en Bucarest.
Un trago horrible, y el calendario ya saben los lectores de ElDesmarque Bizkaia que no da tregua. Este jueves hay doble compromiso otra vez. En Europa League, el Athletic Club recibe el jueves al desconocido equipo ucraniano del Zorya Luhansk en San Mamés a partir de las 19:00 horas, y el fin de semana remata, en liga, el domingo en Mestalla con la séptima jornada ante el renacido Valencia del 'amigo' Marcelino. Ese choque dará comienzo a las 18:30. Dos grandes aperitivos antes de encarar a un Sevilla lanzado. Casi nada.
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