La derrota del Athletic Club ante el Zorya ha provocado que la grada de San Mamés pite al equipo a la retirada de los futbolistas a vestuarios. Iago Herrerín, que volvía al arco tras el paréntesis de la Liga, reflexionaba tras el bofetón en la Europa League: "Una gota de agua rompe una piedra no por su fuerza sino por su constancia, es por eso que los triunfos pertenecen a los que nunca se rinden".
El portero bilbaíno fue de lo más rescatable junto a Muniain y Córdoba de los jugadores rojiblancos, que naufragaron estrepitósamente ante el voluntarioso equipo ucraniano. Herrerín regresará al arco en los partidos que quedan de la Europa League y previsiblemente ante el Formentera en Copa. El domingo ante Valencia en Mestalla se pondrá bajo palos Kepa Arrizabalaga.