El título de este artículo estaba puesto desde antes de conocer la triste noticia de la nueva grave lesión de Iker Muniain. Y la verdad es que ese “TENEMOS UN PROBLEMA” que se lee arriba, en el caso del Athletic Club, se ha quedado corto y desfasado.
El problema al que me refería, (siendo condescendiente al no pluralizar) consiste en tratar de ENCAUZAR EL RUMBO en medio de las críticas generalizadas que está recibiendo el equipo desde todos los ámbitos. Y que ahora se complica y se agrava, porque perdiendo a Iker, el jugador más en forma del con muchísima diferencia, el que se pone el equipo en los hombros cuando hace falta tirar del carro, el que hace la pausa justa, el que no pierde el balón, el que presiona, el que anima a sus compañeros, el mejor sin dudas, ya no va a estar hasta dentro de mucho tiempo… Un palo gordo. (Tan gordo como el de Yeray, hace unos meses). Motivos para la preocupación hay bastantes. El equipo no acaba de arrancar en casi ningún aspecto del juego. Atrás se están cometiendo muchos errores y arriba se perdona muchísimo. Tampoco están carburando las bandas… Personalmente creo que la clave radica en que están fallando todos los medios centros que vienen alternando partidos y titularidades. Y eso nos penaliza tanto en ataque como en defensa. SI NO FUNCIONA EL CENTRO DEL CAMPO NO FUNCIONA EL EQUIPO Habrá que encontrar alternativas para encauzar ese rumbo perdido y abstraerse de la tormenta que se ha desatado después de nefasto segundo tiempo del partido de Málaga y de la derrota europea ante el Zorya donde no dimos una a derechas. Pero para hacerlo, primero, habrá que tranquilizarse y después analizar en profundidad en qué se está fallando y trabajar duro para corregir los errores. No hay otro camino.
Por Fernando Valsega, entrenador de fútbol. Músico, Productor y Presentador en RADIO Marca.
Hay que tener paciencia con el kuko. Pero tenemos malas experiencias. Podemos pasar de jugar para la Europa league, a jugar para evitar el descenso. Entonces vendrán los nervios.