Francotiradores sin precisión

Un tiro de falta de Aymeric Laporte en el tiempo de prolongación (92'), tras una mano de Víctor Sánchez en la frontal del área, hizo soñar con los tres puntos en el RCDE Stadium. Pero el central de Agen se equivocó en la ejecución del golpe directo y echó el balón arriba.

Lo cierto es que el galo no está certero cuando tiene que coger la responsabilidad de lanzar faltas. De las 16 ocasiones de las que ha dispuesto en los últimos cinco años, ningún tiro directo ha terminado en gol, y sólo dos han ido entre los tres palos, según la estadística que ofrece la cuenta Adurizpedia.
Pero el problema en esta parcela a balón parado se extiende al resto de especialistas. Los francotiradores rojiblancos carecen de precisión, como lo demuestra el hecho de que en las cinco últimas temporadas, el Athletic Club sólo ha convertido en gol seis de las 49 faltas que ha lanzado en LaLiga Santander.
El gran especialista rojiblanco en faltas durante este periodo es Beñat Etxebarria. El de Igorre, que hizo del balón parado una de sus grandes virtudes durante su etapa en el Betis, ha lanzado 16 faltas con el Athletic Club, de las que 13 han ido a puerta y cuatro han acabado en el fondo de las mallas rivales. El último gol de falta del vizcaíno queda ya lejos: ante el Eibar en diciembre de 2016, abriendo el marcador de la victoria por 3-1.
Markel Susaeta es el tercer lanzador, con 12 tiros de falta, pero sin suerte: cinco entre los tres palos y ningún gol.
Ibai Gómez fue otro de los ejecutores habituales de falta en el conjunto rojiblanco. El actual jugador del Deportivo Alavés lanzó siete, convirtiendo un gol, curiosamente ante el Espanyol, en el choque disputado en Cornellá en la temporada 2013-2014, que supuso el 3-2 definitivo.
Iker Muniain puede presumir de efectividad total en los lanzamientos de falta. Su único disparo a balón parado acabó en gol: una rosca magistral ante la UD Las Palmas en el encuentro de la pasada temporada en San Mamés (5-1). El último que luce en el casillero del Athletic Club.