El Atlético de Madrid es conocido por lo mucho que cuesta hacerle gol. Al margen de su buena nómina de defensores, es Jan Oblak quien tiene gran parte de la culpa de los buenos números de los colchoneros.
Desde que llegara procedente del Benfica en verano de 2014, el esloveno ha logrado unos registros espectaculares y se ha situado entre los mejores arqueros del mundo. En sus primeros días en el club era el suplente de Moyá, pero poco a poco fue ganándose la titularidad.
Sus increíbles paradas, sumadas a la seguridad que aporta al equipo en todas las situaciones le hace temible para los delanteros rivales. En sus tres temporadas en la Liga Santander ha encajado 45 goles (6, 18 y 21), lo que deja un promedio de 15 goles por campaña.