La pregunta del millón era si el Athletic Club que se exhibió en Villarreal era un espejismo o si es la medida real de lo que este equipo ha podido dar de sí en un año tan aciago en el que su técnico asume de pleno su salida en junio. La prueba del algodón se pasaba este sábado con la visita del firme candidato a 'fiambre' Deportivo de A Coruña a San Mamés, donde se buscaba encadenar dos victorias que permitan ¿soñar? con pelear por la séptima plaza.
¿Ese logro haría que Ziganda cumpliera su contrato entero?, dijo incluso alguno entre semana. No lo sabemos, lo cierto es que el entrenador navarro pidió en la previa "jugar bien, ganar y pelear hasta el final", algo que lejos de lograr sus pupilos, "bromistas" ellos, iban a convertir en el peor primer tiempo del curso, terminando derrotados por los gallegos por (2-3) en una noche para olvidar salvo en el ratito final en que se apretaron los dientes ya con Aduriz y Muniain en el césped.
Espero que hayan disfrutado del sol, porque la luna ha traído una de zombies. Los graves errores de marcaje han acabado con cualquier opción de atar puntos, incluso cuando la cosa se puso a tiro se volvía a pagar los despistes con lo que la desilusión se apoderó del graderío, que ve como no se termina de trazar una senda positiva. Ya queda menos para acabar, seis jornadas y esto será solo un recuerdo.
Nueva alineación inédita del Cuco, 46 equipos diferentes en 48 partidos, hoy lógico, ya que había dos titulares sancionados. Etxeita por Unai Nuñez y Beñat por Iturraspe fueron las novedades rojiblancas en la sexta jornada consecutiva de Aritz Aduriz en el banquillo de inicio, justo antes del doble enfrentamiento ante Real Madrid (miércoles 18) y Levante (lunes 23). Parece que el míster o no le ve o ve muy bien a su equipo con Williams jugando al espacio.
Pero antes de intentarlo los gallegos ya se habían adelantado, a los cinco minutos, merced al gol del astur Adrián en un balón parado pésimamente defendido, dos toques de cabeza seguidos con De Marcos de 'miranda' y al 'butrino'. Y menos mal que el mismo atacante falló otra a 'huevo' dos minutos después, lo que generó un amago de silbidos en la grada. Normal, en plena regresión, la dupla Sanjo-Beñat no la olía, en uno de los males repetidos del curso (Itu ha sido aclamado hoy), por lo que el Dépor hizo sangre sin cortarse con el segundo tanto de Adrián en 14 minutos; este con un jugadón coral.
Con 0-2 y la afición al borde del soponcio, -sólo se ha remontado un 0-2 en San Mamés una vez en los últimos 13 años (en 2013, al Elche 2-2)-, el Athletic empezó a buscar las bandas y a poner centros al área que claro, sin Aduriz, nunca encontraron rematador. A la media hora De Marcos tuvo que inventarse un caño con un tirazo para hacer ver al Dépor que había rival enfrente. Esa jugada y ver calentar a Adu y Muniain fue lo único aplaudido de un famélico primer tiempo, en el que fallos aparte se abusó de la conducción y de las imprecisiones.
Para colmo de males Etxeita se llevó un golpe en la rodilla derecha que le hizo caer desplomado. Toneladas de Reflex después pudo volver a entrar al césped, para vivir in situ el mosqueo del respetable en el camino al descanso, cuando Iñigo Martínez salvó el tercero con Kepa (¿mereció roja por mano?) batido tras un rondo de 20 toques. La pitada se oyó en Tombuctú. Hacía falta un puñetazo en la mesa. Cuco optó por meter a Yeray y a Aduriz, que sorprendentemente entraba por un Iñigo Córdoba que era de los pocos salvables.
Para cambiar la tendencia nada mejor que marcar pronto. Raúl García pudo acortar distancias en la primera jugada de la reanudación al rematar un córner de Beñat que daba esperanzas de empatar, pero le anularon seguido un segundo tanto totalmente legal por falta sobre Alventosa. Cuando la grada ya soñaba con remontar una contra gallega tras error de un Beñat horribilis la clavaba Borja Valle en la meta de Kepa con un mal marcaje de Balenziaga. Demoledor.
La entrada de Muniain por el de Igorre (pitado al salir), pasando Rulo al medio centro, fue la útima carta de un Ziganda que homenajeó al fallecido Milos Forman con su propia versión de 'Alguien voló sobre el nido del Cuco'. Pero su flor existe, Susaeta iba a meter un gol olímpico con un córner que entró mansamente en la meta de Rubén a 20 minutos de acabar. Era la hora de la épica y de los balones a la olla, de la batalla de gladiadores en el área, eso a San Mamés le 'pone'.
Raúl García, lanzado incluso hasta para ganarse unas grapas en la frente, ahora remataba todo lo que volaba sobre el área gallega, obligando a Rubén a hacer una gran parada primero a él y luego a Iñigo Martínez con una estirada tremenda. El partido, en gran medida gracias a Bart Simpson, se había vuelto loco, lástima que no dio tiempo a salvar alguno de los tres puntos en juego. El miércoles en el Bernabéu veremos qué Athletic nos sale a escena.