El eterno debate de la selección española ha pasado del banquillo a la portería después del estreno frente a Portugal. La actuación de David de Gea despertó muchísimas dudas y no solo por su grueso error en el segundo tanto de los lusos al filo del descanso. En la segunda parte el meta del Manchester United transmitió inseguridad y estuvo a punto de armarla de nuevo en un par de indecisiones."Estoy bien, tranquilo. Hemos hecho un buen partido, contento por la reacción del equipo, hemos merecido más. El fútbol es así, te puede pasar. Es un error, solo los que nos ponemos los guantes y salimos al campo sabemos lo difícil que es. Cuento con el apoyo del mister y de mis compañeros. El apoyo que me dan quiero devolverlo en el campo", aseguró De Gea.
Lo cierto es que la sensación es que la cantada en el 2-1 sí influyó en su estado de ánimo y eso en un torneo como el Mundial puede costar muy caro.
Fernando Hierro tendrá que decidir si mantiene su confianza en el madrileño, que hasta ahora parecía fijo aunque ya empezó a ser cuestionado después del amistoso contra Suiza, o busca un cambio bien con Pepe Reina o con Kepa Arrizabalaga. El papel del meta del Nápoles parece más enfocado a la cohesión el grupo y todo apunta a que el rol de segundo portero es para el ondarrutarra. ¿Jugará Kepa el miércoles contra Irán?