La Premier League vive en una burbuja. Hasta los equipos de la parte baja de la clasificación cuentan con enormes presupuestos que les permiten pujar por jugadores de nivel. Una prueba de ello es el próximo rival en la pretemporada del Athletic Club: El Fulham.
Los londinenses ascendieron a la máxima categoría del fútbol inglés la pasada temporada tras cuatro años en la Championship (2º división inglesa). Aunque tardaron algún tiempo en anunciar nuevas contrataciones, la gran cantidad de dinero recibida por el ascenso está siendo empleada.
Comenzaron por dos jugadores del Niza de una tacada. Le Marchand, un central, y Jean Michaël Seri, un hombre que estuvo en la órbita del FC Barcelona el pasado verano. Por estos dos futbolistas el Fulham abonó 34 millones de euros (30 Seri, 4 Le Marchand) al club francés.
Pero ahí no terminaron las incorporaciones. Hace unos días ficharon a Fabricio, que venía de jugar la Champions League con el Besiktas, por seis millones. Su último fichaje ha sido el alemán campeón del mundo André Schürrle, llegado de un grande como el Borussia Dortmund en calidad de cedido.
Algo más de 40 millones invertidos por un recién ascendido, algo que pocos clubes de la Liga Santander pueden soñar con gastar.