De Marcos sí dio calabazas a Abramovich

Asier del Horno y Kepa Arrizabalaga pudieron no haber sido los únicos jugadores del Athletic Club de Bilbao en vestir la camiseta del Chelsea.

Allá por septiembre de 2016, Óscar De Marcos, que por entonces contaba con 27 años y tenía contrato como rojiblanco hasta 2019, fue tentado por Roman Abramovich con una suculenta oferta que englobaba cuatro temporadas.

Según las informaciones que llegaban desde Gran Bretaña, el Chelsea estaba dispuesto a pagar 20 millones de libras (25 millones de euros), bastante menos que la cláusula de rescisión del futbolista alavés, que era de 40 millones. Y ya se sabe que el club rojiblanco siempre exige el pago íntegro de la cláusula.

Pero la principal barrera que se encontró el club londinense fue el 'no inequívoco del jugador de Laguardia, que en numerosas ocasiones, antes y después de aquello, ha dejado claro que del Athletic sólo se irá "si el Athletic quiere".

"Para mi el Athletic lo es todo. Es imposible que me vaya. No me iría. Cuantas más veces lo dices parece que pierdes credibilidad, pero la gente que me conoce ya lo sabe. Ni me lo planteo. Si yo me tuviera que ir sería cosa del club, no mía. Hay muchas más cosas en la vida que el dinero. Por suerte el fútbol lo tenía como un hobby y ahora es mi trabajo, juego en el equipo del que he sido toda la vida y en el que he soñado jugar, con intentar ganar un título en ese club, con tener a mi familia cerca. Estaré en el Athletic hasta que lo diga el Athletic".

La fidelidad de Óscar de Marcos está por encima del negocio del fútbol.