El CD Leganés no ha perdido el tiempo en este mercado de traspasos y ha reforzado su plantilla con un buen número de jugadores que mejoran la plantilla del club pepinero. Uno de ellos es Guido Carrillo.
El atacante argentino llegó procedente del Southampton en calidad de cedido. Mauricio Pellegrino tuvo una gran importancia en la operación, dado que había dirigido al ariete en el conjunto inglés.
Carrillo ganó la Ligue 1 con el Mónaco en 2017 marcando siete goles en 15 encuentros, unos registros nada malos. Sus minutos no aumentaron y decidió cambiar de aires. Pellegrino lo recibió en Inglaterra, acabando la temporada con los saints sin ver puerta.
Su principal virtud es el juego aéreo, algo que sus 191 centímetros hacen más fácil. Además, sabe moverse con inteligencia por el área rival y tiene gol. Es de esos delanteros que pueden complicar en gran manera la tarde a los defensores, al más puro estilo Fernando Llorente ante Portugal en el Mundial 2010.
Su presencia en el campo será el gran arma ofensiva de la que disponga el Leganés para intentar aguar el estreno de Berizzo en San Mamés.