Se oían bien los fuegos artificiales, si bien el gran cohete había explotado antes de la noche... lo cierto es que el regreso del fútbol a San Mamés llegó enturbiado por el envío de Alex Remiro a la grada, y la sorprendente titularidad de Unai Simón (que estuvo muy bien) bajo palos.
Pero más allá de personas, gestiones y casos, lo que está por encima de todo y de todos es el Athletic Club, que estrenaba nueva etapa con Eduardo Berizzo a los mandos en plena Aste Nagusia. Pues la traca (sobre todo el segundo periodo) salió a ratos 'bufada' que se decía de críos.
Lo importante era ganar y quedarse con los tres puntos. Se logró en el descuento. Ya que se ganaba sobre la bocina (2-1) con goles de Nolaskoain, Muniain y Jonathan Silva, en una primera cita en la que por desgracia se lesionaba Aritz Aduriz, con pinta de tener para algunas semanas si no interviene la amatxo de Begoña.
El estreno en LaLiga Santander, ante el CD Leganés de Mauricio Pellegrino no podía ser más intrigante, con muchas caras nuevas y un buen 'palo' a varias vacas sagradas del annus horribilis de Ziganda, fuera del once e incluso del campo. Por contra se pudo ver de inicio a los Yuri (excelso), Dani García, Unai López o el goleador Peru.
Hubo intensidad, despliegue, subidas de los laterales,... pero costó buscarle la ingle al 'Lega'. Los leones partieron nerviosos, con pérdidas. Su deseo de jugarla brujuleaba ante el buen posicionamiento madrileño, salvo cuando la pelota pasaba por Muniain. Iker lo mejoraba todo y Williams casi marca -de cabeza y por abajo- en un par de buenas ocasiones.
El dominio de posesión (73-27%) falto de acierto, fue dando paso a cierta presencia visitante. El Zhar se gustaba con libertad, pero en estrategia este año va a haber alegrías. El debutante Nolaskoain abría la cuenta del curso al cruzar en el 28' un maravilloso remate al palo largo; la pega es que en cuatro minutos llegó el empate de otro 'rookie', Silva.
La penitencia del sistema Berizzo es esa. Puede llegar a dar mucho pero también recibe ocasiones, sobre todo porque no todos bajan a ayudar a Dani García. Está claro que es algo a ajustar: matar arriba y cerrar vías hacia Simón/Remiro/Herrerín/Oleaga o el portero que sea.
A la vuelta retornó sin fuste el libreto del Toto, con mucho toque, pero poco o nulo papel de los creativos, embajonados. El balón brincaba, el graderío callaba, y se pedían respuestas al banquillo o incluso al novato colegiado cántabro, Cordero Vega, ya que el fútbol rojiblanco se había atascado.
Ander Capa por De Marcos fue la primera medida correctiva, en una noche gris del carrilero de Laguardia, noche similar a la de Aduriz, Williams o Unai López. Se esperaba más de todos ellos, sobre todo de la 'pantera' y del retornado chaval donostiarra que hoy ha querido jugar demasiado en zona de confort.
La nota negra fue la lesión de Aritz, que casi no había tocado bola y cuando tuvo un gran remate ni entró y encima se rompió. Pidió el cambio de la misma, entrando por él Iñigo Córdoba entre la zozobra de los aficionados, sabedores de que es el único delantero puro que hay.
Raúl García, muy echado de menos por su casta, experiencia y gol, fue el siguiente y último en saltar al verde a tiempo de ver el paradón de Unai Simón con la manopla izquierda a Dani Ojeda. Gran acción porque se veían volar los puntos, que sin embargo salvo Muniain con un tanto de pillo en pleno descuento. ¡Mamma mía!
Buena banda derecha gran Susa
Quitar a De Marcos y mejorar el equipo.En ataque y en defensa es un cero a la izquierda.A la grada por favor.