Nadie dijo que la temporada iba a ser fácil. En un equipo, como el Athletic Club de Bilbao, que viene de acabar la pasada liga empatado con el decimoséptimo, tan sólo por encima de los tres 'ejecutados' es complicado que se dé un reseteo total tan solo porque vengan cuatro jugadores (no estelares), haya nuevo técnico y una fuerte preparación física.
Estaba cantado que el proyecto Eduardo Berizzo, en principio de 'choque' tan solo para una temporada, iba a exigir paciencia, tiempo y amplias dosis de bicarbonato. Si nunca es cómodo iniciar una reconstrucción, menos aún en un conjunto como el de San Mamés, donde el relevo generacional, (dificultado por las fugas encima), lleva un proceso digno de sutil enología.
Hay cosas buenas sin duda: la fe en el Toto, el empuje, los goles de Muniain, la portería esta bien cubierta pese a los líos, pero...
El DT de Cruz Alta, como ya vaticinaron los periodistas de Vigo que analizaron las opciones de Berizzo en pretemporada aquí en ElDesmarque Bizkaia, necesita darle muchas vueltas a la cabeza para sacar rendimiento de una plantilla, eterna (26 jugadores), pero que sigue dependiendo en ataque de un hombre de casi 38 años como Aritz Aduriz. Eso sí que es un 'caso único en el mundo', al igual que la Filosofía.
Nadie pone en duda la entrega de los jugadores, su esfuerzo máximo que, sin embargo, no da ni para ganar ni para transmitir tranquilidad a una masa social que ya desde la tercera campaña de Ernesto Valverde empezó a percibir síntomas de agotamiento. El cuarto año del de Viandar fue flojo y el del Cuco Ziganda muy duro de deglutir.
Vamos a repasar un poco cuáles son las asignaturas pendientes del 'Toto' para enderezar una nave que, con un partido menos, cierto es, coquetea con las plazas de descenso y tan solo ha ganado uno de siete partidos, en el tiempo de prolongación.
Hay que aprovechar este segundo parón para seguir apretando tuercas ahora que hay únicamente una competición en juego. Si no el sueño de retornar a Europa puede trocarse por el de partirse la cara en la jungla de abajo.
Y falta por decir que casi siempre los cambios de Berizzo se producen muy tarde y mal. Nunca han sido productivos hasta la fecha. El ejemplo flagrante fue sacar a Aduriz contra el Barcelona en los minutos finales cuando no éramos capaces de salir de nuestro área pequeña...