Tras el partido de Cornellá, era tal la rabia descubierta de lo paradigmático de la afición del Athletic Club que, de haber estado presente en el lugar de los hechos, habría quien, de buena gana, pero con muy mala leche, se habría postulado para, cual 'capitalista' en una plaza de toros, habría sacado a hombros a González Fuertes, un 'trencilla' que se dedicó a hacer sangre, aún más, de la profunda herida que tiene el león desde el principio de la liga.
Dicho lo cual, arbitraje calamitoso y desquiciante, apúntese que Eduardo Berizzo, vista su última propuesta, ha quemado las naves con lo que ello conlleva de vivir durante todo el curso en la isla de los horrores.
Negoció su filosofía hasta venderla al peor postor. Exhibió sus 'otros principios'. Había 'Plan B'. Ese que exigía borrar de la lista a Unai Lopez, Muniain, Susaeta, acordémonos de Balenziaga 'doblado' por Yuri, Córdoba y sus destellos, de Capa y la espada de Damocles que pende sobre la cabeza del jarrillero cada vez que ingresa en el verde.
De Nolaskoain y su apuesta revolucionaria de ubicarlo de central derecho. De la fugacidad de Guruzeta. De la caída de "Simón: tú eres piedra y sobre tu fortaleza edificaré una capilla para que seas honrado en la Catedral".
Donde dije "filosofía innegociable" digo rescatar de sus sarcófagos a Mikel Rico, San Jose, Aduriz que estabas en los cielos, Unai Núñez ahora que Yeray cae lesionado a las primeras de cambio...
Más allá de los renacidos, uno se sigue preguntando cómo, por qué y desde cuándo Dani García se ha convertido en piedra angular, por no decir filosofal, que también, no hay dios que lo desbanque aunque no consta que todo lo que toca lo convierta en oro, metáfora de contagio para que surja un fútbol de muchos kilates: ¿Qué es lo que tiene Dani García para haberse convertido a los ojos del entrenador en el 'De Andrés del Clemente de las dos ligas'?...
San José, al borde de, Mikel Rico, por encima de los treinta, igual que 'Rulo', encabeza Aritz Aduriz el 'club de la treintena' ahora que el tiempo corre hacia sus treinta y ocho años. Y a Berizzo se le ocurre que si en San Mamés costó asentarlo, en Cornellá habría de mostrar todo su poderío para apuntillar a un Espanyol a partir del juego combinatorio de 'estiletes' tales como Mikel San José y Mikel Rico, custodiados por ese misterio que cierra la Trinidad del centro del campo: Dani García.
De Marcos flojea, se le ve renqueante. Su fortaleza ha mermado. Será que Valverde lo exprimió hasta dejarle sin el zumo de su frescura. Con motivo del gol que, a la postre, nos costó el partido, se hablaba de aquel trueque a la fuerza que supuso la salida de Laporte y la vertiginosa entrada de Iñigo Martínez.
Negocio redondo, decían algunos. Doble de dinero en caja a cambio del mismo perfil de jugador. En Cornellá se vio que no. Así como se había visto en los dos penaltis que el de Ondarroa cometió y tan caro nos costaron...
Iñaki Williams le flotó a su 'vigilado'. Como jugador de Basket que le invita al alero a un lanzamiento lejano que se convierte en un gol de tres, de tres puntos, pues habrá de ser el definitivo. Cierto es que, de inmediato, Iñaki se inventó una jugada de lujo que terminó con un disparo brutal escupido por el palo corto. 'Rulo' tuvo el segundo antes de irse a los vestuarios.
Pero nadie cargó con la gravísima responsabilidad que tuvo Iñigo Martínez en el gol de Borja Iglesias: en vez de marcarle al delantero por dentro y a su altura, paralelo a él, fue ver volar el balón, que buscaba el segundo palo, y emprender una huida hacia adelante que dejaba al delantero 'periko' a solas con Herrerín, al que fusiló de cabeza y con total comodidad. El uno a cero habría de permitirle jugar al Espanyol a lo que mejor sabe. Esconderse atrás para salir en oleadas como en una suerte de guerra de guerrillas.
Fue entonces cuando se vio que, con las naves quemadas, obligado a sobrevivir en territorio hostil, el 'plan B' de Eduardo Berizzo estaba condenado al poco 'come' y al mucho 'trabajar'; al poco goce y al mucho sufrir.
Y es que, ¿liderados por Dani García?...'Sanjo' (aseado en el manejo del balón) oficiaba de aguador acarreando el cántaro que pasaba a manos de Rico para que al de Arrigorriaga, antes de hidratar a Rulo y a un Aduriz que era como el coronel Aureliano Buendía en 'Cien Años de Soledad', se le rompiera antes de llegar a la fuente del gol.
Mientras, Iñaki Williams, demostrando su poderío en un Athletic asimétrico, descordinado, frágil, vulnerable, león herido del que el señor González Fuertes seguía haciendo sangre de manera gratuita.
Herrerín; De Marcos, Nuñez, Iñigo Mtnez, Yuri; Dani García, Sanjo, Rico; Wuillians, Aduriz, Raúl Garcia. Un 'once que, más que 'el de batalla', el ideal para llevar a cabo el ideario del 'Toto', se asemeja a ese ejército que una Costa Rica desarmada improvisa del pueblo llano para enfrentarse al enemigo brutal que de pronto invade el país y lo ataca hasta devastarlo.
Y es que, más que el Athletic del presente y el futuro, la apuesta que Berizzo sobre el tapete de Cornellá parece, tiene toda la pinta, de ser un once consensuado entre Javier Clemente, José Manuel Esnal 'Mané' y el de Cruz Alta a fin de evitar que la Catedral se vea obligada a soportar la continuación de aquel terrible, espantoso, cruel y angustioso 'Bienio Negro'.
"Piru Gainza", rememora a menudo Clemente, "brindaba con champán al final de cada liga festejando la permanencia del Athletic en Primera División". ¡Sálvame, Josu Urrutia!... y brindaré con 'multifrutas'.
Post-Scriptum: "Dinos...¿hacia dónde vamos, Toto?", titula Asís Martín la crónica del partido. Quemadas las naves, imposible la Gabarra, que la Bizkaia bogadora te preste sus traineras para que la plantilla ocupe las bancadas y reme, todos a una, hacia Itaca. Porque, de lo contrario, temo a Caronte, su barca de dos remos surcando la laguna Estigia camino del Hades.
Por Luis María Pérez, 'Kuitxi', exfutbolista y periodista
sinceramente me parece algo injusto con berizzo, el equipo no tiene gol, para mí ese es la clave. Equipo hay para más, de verdad, esperemos.