En medio de la tensión deportiva y clasificatoria que se vive en el seno del Athletic Club, plantilla y afición están necesitados de buenas noticias. La renovación de Iker Muniain lo ha sido, sin duda. Su gesto de fidelización ha transformado el rictus de seriedad en sonrisas. Las mismas que se han desplegado este miércoles en el entrenamiento de Lezama, donde ha imperado el 'buenrollismo' y la distensión.
Muniain, recibido con aplausos por sus compañeros, ha sido el protagonista central de una sesión en la que Berizzo y sus cuerpo técnico han tratado de aliviar tensiones con un entrenamiento diferente.
El argentino y sus ayudantes han tomado parte en los distintos partidillos que han organizado, donde los jugadores han cambiado sus roles por un día.
Iñigo Martínez, recuperado de las molestias que el martes le hacían retirarse antes, y Asier Villalibre se han colocado bajo palos junto a Roberto Bonano. Mientras, el 'Toto', Eduardo Marcuzzi y Carlos Uglessich han ejercido de jugadores de campo, al igual que los tres porteros, Iago Herrerín, Unai Simón y Álex Remiro, que han probado sus habilidades en los disparos puerta.
Las buenas noticias se han extendido también al estado de Yeray Álvarez. El central avanza en la recuperación de su lesión muscular y esta mañana ha completado la sesión con el resto de la plantilla.
La plantilla rojiblanca volverá al trabajo este jueves, con doble sesión -la segunda en San Mamés a puerta cerrada. Mientras, los entrenamientos de viernes y sábado serán en Lezama -la última también sin testigos, previa a la rueda de prensa de Eduardo Berizzo.