El vestuario del Athletic Club, como toda la afición rojiblanca, está muy tocado tras el varapalo sufrido en el Ciutat de Valencia. El equipo de Eduardo Berizzo está en una situación crítica y urgen soluciones. Para Oscar de Marcos la primera clave es "bajar al suelo, ser humildes y saber que cada partido es una final".
"Sé que puede sonar un poco egoísta, pero el lunes necesitamos a la afición más que nunca. Cuando seamos todos conscientes de dónde estamos podremos ir saliendo. Si no se van a complicar las cosas más. Se necesitan cambios, pero de cada persona de los que formamos el primer equipo. Debemos ser autocríticos, le primero yo. Tenemos que dar un plus y en estas situaciones delicadas hay que tener personalidad y afrontarlas con madurez", reflexionó el de Laguardia.
De Marcos aseguró que no tiene "ni idea" de si el primer cambio que necesita el equipo es un relevo en el banquillo y subrayó, como Muniain, que en el vestuario están "a muerte" con Berizzo.
"En el exterior se tiene que hablar de cambios y la cabeza más visible es la del entrenador, pero nosotros confiamos en él", aseguró.
Admitió además el defensa que el actual momento "es evidente que es el peor" desde que está en el Athletic. "Nunca había estado e descenso en la jornada 14 y ahora me está tocando vivir esta situación como al resto de compañeros. Pero de estas situaciones se sale con personalidad y dando un paso al frente. Debemos pelear cada partido como una final y la del lunes -contra el Girona- lo es", incidió