El entrenador del Athletic Club, Gaizka Garitano, avisó este domingo que "no va a ser cosa de una o dos semanas" salir de la delicada situación en la que se encuentra su equipo, en una racha de 13 partidos seguidos sin ganar en Liga, en puestos de descenso y a tres puntos de la permanencia.
"En la situación en la que estamos no es una cosa de una o dos semanas. Hay que ir sumando y poco a poco salir de ahí", explicó el técnico vizcaíno en la rueda de prensa previa al que será este lunes ante el Girona (21.00) su debut liguero y en San Mamés como entrenador del Athletic.
"Cuando antes estemos mentalizados de donde estamos y de lo que va a suponer este proceso más conscientes vamos a ser de lo que tenemos que hacer. Y hay que afrontarlo con responsabilidad y mentalidad", reflexionó el pequeño de la saga de los Garitano.
Gaizka, no obstante, también quiso "poner en valor" a sus jugadores, de los que recordó han dado "muchas alegrías" en temporadas anteriores, y a la afición de La Catedral. "Ahora estamos pasando un bache pero tenemos buen equipo, jugamos en casa y la gente nos va a ayudar. En ese sentido, soy optimista", se animó, seguro de la "implicación máxima y compromiso máximo" de su equipo.
"Ese no va a ser el problema. Creo que tenemos un grupos de 10. Lo que necesitamos es plasmar en el campo la calidad que tenemos y el juego. Que es, acompañado de la suerte, lo que te va a ayudar a ganar partidos. Tengo la suerte de que les conozco, no tenía ninguna duda hace una semana y ahora tengo menos todavía", aseguró.
A pesar de todo ello, Garitano alertó de lo buen equipo que es un Girona "que lleva ocho partidos sin perder". "Es un equipo que está demostrando todo: orden y calidad. Es de los mitad de la tabla para arriba en cuanto a calidad y organización de juego", dijo.
"Los equipos de Eusebio juegan muy bien la pelota y encima el Girona tienes futbolistas para jugar como quiere. Han cambiado de cuatro a cinco (defensas) en las últimas jornadas y no han perdido desde que están así. Ese sistema te hace dudar de cuando ir y cuando no ir (a la presión) y eso les hace más peligrosos", añadió.
Respecto a su equipo, no quiso adelantar nada porque "no" le "gusta dar pistas", pero si aseguró no tiene "dudas" en la portería porque tiene "buenos porteros" a su disposición.
Tampoco cree que haya que debatir sobre si Iñaki Williams debe ser "delantero o extremo" porque él le ve "en los dos sitios". "El valor de un jugador aumenta cuando es polivalente y en el caso de Iñaki no tiene que haber debate. Para planes de partidos me gusta más en punta y para otros en la banda. Dependerá si (Aritz) Adu(riz) está bien y de las necesidades del equipo", zanjó.
Lo que si quiso dejar claro es que tiene "las ideas claras de quien va a jugar y de lo que se va a hacer" mañana en el partido. "Va a haber algún cambio obligado y eso puede llevar a algún cambio, pero de no de cero a cien. Cosas que se vieron el otro día vamos a intentar repetirlas", avanzó, recordando el 1-4-4-2 con el que debutó el miércoles ganando 0-4 en Huesca en un choque de Copa del Rey ya marcado por el 4-0 de la ida en Bilbao.
"Construir un estilo de juego requiere de muchas semanas y yo no las tengo. Lo que necesitamos son resultados inmediatos y un plan de partido para cada día. E intentaremos que ese plan sea parecido, no jugar cada día a una cosa diferente", adelantó.
Ya sobre que puede sentir mañana en su debut en San Mamés, no le dio demasiada trascendencia. "Lo normal, pensar en el partido. No va a ser nada nuevo sentarme en un banquillo. Estamos enfocados en preparar el partido y tratar de ganarlo, que es lo que necesitamos", resumió el estado de ánimo con el que lo encara.