El derbi de Mendizorrotza será el último partido que el Athletic Club jugará lejos de San Mamés en este 2018 que va descontando días para concluir. El duelo frente al Deportivo Alavés del próximo lunes 17 se presenta como una oportunidad de refrendar las buenas sensaciones que dejó el equipo rojiblanco en la sufrida, pero merecida, victoria ante el Girona, y una nueva ocasión para conseguir el primer triunfo del curso liguero a domicilio.
Lo de no ganar lejos de Bilbao en LaLiga Santander no es cosa de esta temporada. Viene de lejos.
Ocho meses hace que los leones no vuelven de un viaje liguero con la maleta cargada con los tres puntos
Concretamente desde el 9 de abril, en su visita al Estadio de la Cerámica, donde se impusieron al Villarreal por 3-1, con goles de Córdoba, Williams y Muniain, que aquel día reapareció seis meses después de sufrir la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha.
Aquel es, además, el único triunfo que contabiliza el Athletic Club lejos de su feudo en todo este 2018. Un dato demoledor que debe romperse este lunes antes de que el año toque a su fin.
Tras ese 3-1 en tierras castellonenses, el conjunto rojiblanco dirigido por Cuco Ziganda firmó en sus tres siguientes salidas de la temporada 17/18 un empate (1-1 en el Bernabéu) y sendas derrotas por 3-1 en los derbi de Anoeta y Mendizorrotza.
Esta campaña, las victorias a domicilio en LaLiga Santander con Eduardo Berizzo a los mandos también han brillado por su ausencia. Cuatro empates -Betis (2-2), Barça (1-1), Eibar (1-1) y Rayo (1-1)- y tres derrotas -Espanyol (1-0), Atlético (3-2) y Levante (3-0).
El derbi de Mendizorrotza se presenta como el último gran reto del año. Un nuevo desafío para Gaizka Garitano, que ya ha cumplido con éxito sus dos primeros encargos al frente del banquillo rojiblanco: debutó con victoria en el duelo de vuelta de Copa frente al Huesca (0-4) y logró volver a ganar en San Mamés (0-1 ante el Girona) en LaLiga Santander después de 13 jornadas sin victorias.