El arranque de 2019 y Balaídos han traído un sinfín de buenas noticias al Athletic Club. El triunfo por 1-2 de este lunes ante el Celta de Vigo, con goles de Muniain y Williams, después de seis agónicos minutos de prolongación finales, supone la primera victoria lejos de San Mamés después de nueve largos meses.
Todos los conjuntos de LaLiga Santander habían logrado los tres puntos al menos una vez lejos de su estadio esta temporada. El Athletic Club era la excepción. Los leones habían pinchado una y otra vez a domicilio esta temporada, habiendo sumado cinco empates -Alavés (0-0), Rayo Vallecano (1-1), Eibar (1-1), Barça (1-1) y Betis (2-2)- y tres derrotas -Espanyol (1-0), Levante (3-0) y Atlético (3-2)-.
Los malos registros fuera de Bilbao se venían arrastrando desde la pasada temporada. Con Cuco Ziganda en el banquillo, el Athletic sumaba el último triunfo como visitante. Fue el lejano 9 de abril de 2018 (37º jornada) frente al Villarreal: 1-3, con tantos de Córdoba y de los dos goleadores de la noche viguesa, Williams y Muniain, que aquel día volvió a jugar tras superar su segunda grave lesión de rodilla.
El fin a esta mala racha llega con el premio gordo de abordonar los puestos de descenso. Todo ello en un partido agónico en el que, por primera vez en esta Liga, el Athletic Club ha logrado mantener hasta el final la ventaja lograda en los 90 minutos de tiempo reglamentario. Miel sobre hojuelas.