La victoria del pasado sábado del Espanyol frente al Valladolid mantiene con ilusión al conjunto catalán a pesar de que es el peor visitante de LaLiga. Durante el encuentro en Cornellá el guardameta Diego López cuajó una gran actuación. El portero paró un penalti justo antes del descanso que habría significado el 1-2.
Diego López, que ha jugado todos los minutos este años, espera este viernes “un partido muy competitivo” contra el Athletic Club, “un equipo de raza, de duelos, intenso, en un gran estadio, un gran equipo y una gran afición”.
Si en casa a los de Rubi le salen bien las cosas, fuera es todo lo contrario. Pero en San Mamés tienen la “oportunidad de dar un zarpazo fuera de casa para sacar los tres puntos”, que significarían dar “un empujón”.
Entre bajas y sanciones, el Espanyol llegará con problemas de fondo de armario. El cancerbero cree que el partido en Bilbao puede ser "una gran oportunidad para gente que no ha tenido muchos minutos para jugar y para que se reivindiquen; todo el mundo está preparado para jugar”.