El Athletic Club homenajeó este pasado lunes a las socias y socios que han cumplido sus Bodas de Oro en el club; 50 años, medio siglo, de fidelidad a un sentimiento, contra viento y marea, desde 1968. Un reconocimiento que año tras año mantiene sus señas de identidad y que se ha convertido en uno de los hitos principales del amplio programa social de la entidad rojiblanca.
El presidente, Aitor Elizegi, acompañado por varios componentes de su Junta Directiva, encabezó este sencillo pero emotivo acto de reconocimiento que citó a 180 socias y socios, junto a sus familiares, en la sala norte del anillo central de San Mamés.
Con la presencia de Carlos Gurpegui y sobre todo de José Ángel Iribar o de Jose Mari Argoitia, protagonistas directos de lo entonces vivido, se rememoraron muchos de los acontecimientos que se sucedieron entre el final de la temporada 67-68 y el comienzo de la 68-69.
Momentos incluso complicados que por fortuna finalizaron con la consecución de la Copa ante el Elche en el Santiago Bernabéu. El vigésimo segundo título obtenido en la competición del KO, lució en la sala como protagonista de una época indeleble.
No en vano, aquel título fue el primero tras más de una década sin triunfos, un tiempo de sequía por entonces desconocido en la historia del Athletic Club y que un gol de Antón Arieta borró de un plumazo.