El Athletic Club ha comunicado este martes que ha decidido otorgar el premio 'One Club Man Award' de 2019 al mítico capitán del Celtic FC William McNeill (2 de marzo de 1940). El defensa escocés es el futbolista que más partidos ha disputado con la célebre camiseta blanquiverde, la única que vistió a lo largo de su carrera: un total de 822 encuentros durante 18 temporadas. Además, el club rojiblanco ha decidido instaurar el premio femenino, el 'One Club Woman Award', que en esta primera edición distinguirá a la exjugadora sueca del Umea IK, Malin Moström.
La elección de Billy McNeill como OCM trasciende de la extraordinaria trayectoria individual del jugador y enlaza directamente con el equipo que capitaneó, los conocidos como "Lisbon Lions" ("Los Leones de Lisboa"). Aquel memorable Celtic conquistó la Copa de Europa de 1967 contra el Inter de Milán de Helenio Herrera (2-1) con un once compuesto en su integridad por futbolistas escoceses, y todos ellos nacidos en un radio de menos de 50 kilómetros alrededor de Glasgow.
El principio de territorialidad, el mismo que durante toda su historia ha enarbolado el Athletic Club y del que a día de hoy es único representante en las cinco grandes ligas europeas, es llevado a su máxima expresión y personalizado en una figura mítica para la afición del Celtic, Billy McNeill.
En la actualidad, Billy McNeill padece demencia y atraviesa un delicado estado de salud, lo cual le impedirá recibir el galardón en San Mamés personalmente, tal y como ha sucedido con los anteriores premiados Matt Le Tissier, Paolo Maldini, Sepp Maier y Carles Puyol. El Athletic Club hará pública en próximas fechas la información pertinente con respecto a la ceremonia de entrega.
Billy McNeill fue el capitán del Celtic durante su época más gloriosa en la década de los 60 y 70, ganando de manera consecutiva 9 campeonatos de Liga y otros 13 torneos escoceses, aunque aquel equipo siempre será recordado por una de las mayores gestas de la historia del fútbol, aquella Copa de Europa de 1967, siendo, además, el primer equipo británico que la conquistaba.
También fue internacional en 29 ocasiones con Escocia. Una vez retirado como futbolista, la leyenda del Celtic dirigió al equipo durante 9 temporadas, de 1978 a 1983 y de 1987 a 1991, ganando cuatro ligas escocesas y el doblete en la temporada 1987-88 en la que se cumplía el centenario del club. También entrenó al Clyde, al Aberdeen, al Manchester City y al Aston Villa.
A partir de 2009, McNeill se convirtió en el mejor embajador posible del Celtic, al modo y manera en que Iribar lo es del Athletic. En 2015, tras más de 60 años dedicados al club entre jugador, entrenador y embajador, el Celtic decidió dedicarle una estatua de reconocimiento junto a su estadio, en la que se aprecia a Billy McNeill levantando la Copa de Europa con la inconfundible camiseta a rayas horizontales verdes y blancas.
La exjugadora sueca es una de las grandes referencias del fútbol femenino de su país en los últimos años. Las 12 temporadas que estuvo en el Umea IK desde su debut en 1995 hasta que colgó las botas a finales de 2006 la han convertido en todo un icono para el club en donde disputó toda su carrera profesional.
El palmarés que se labró tanto en reconocimientos individuales como en triunfos colectivos habla por sí solo. Desde su posición en el centro del campo, Malin Moström fue una de las claves para explicar el dominio del Umea IK en el fútbol femenino sueco y europeo principalmente en la primera década del siglo XXI. Lo mismo se podría aplicar para el buen momento que vivió la selección escandinava en ese periodo.
Con el Umea IK, Moström se apuntó en 6 ocasiones la Liga Damallsvenskan y otras 4 la Copa de Suecia. Aunque. sin duda. los mayores logros los obtuvo en 2003 y 2004 ganando la Liga de Campeones ante el Fortuna Hjorring danés y las alemanas del FFC Frankfurt.
Fue 113 veces internacional con una selección sueca, con la que fue subcampeona del mundo en 2003 tras perder la final con Estados Unidos y donde fue elegida en el mejor once del Mundial. También llegó a ser subcampeona de Europa en 2001 tras perder con Alemania y cuarta en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Elegida futbolista femenina del año en Suecia en 2001 y mejor centrocampista en 2003, 2004 y 2005, el Umea IK retiró como homenaje su camiseta número 6 cuando Malin anunció que colgaba las botas. Curiosamente, volvería a vestirla unos meses después cuando en junio de 2007 reapareció con un contrato de un par de semanas para echar una mano a su equipo de toda la vida y cubrir las lesiones de sus compañeras Frisk y Ljunberg.