En el centro del campo, en el que aún siguen sobrando muchas piezas, Valverde alineó a Sergi Roberto y a Carles Aleñá como interiores con Frankie De Jong como hombre pivote haciendo de Sergio Busquets. Finalmente, sin Leo Messi por lesión y a la espera de la posible llegada de Neymar, el ataque formó con el tridente Dembélé, Griezmann y Luis Suárez.
Durante la primera mitad, dominio absoluto azulgrana que sólo un error inexplicable de Griezmann y el desacierto de un activo Dembélé evitaron que el marcador se abriese.
De Jong, ante el Nápoles (Foto: FCB).
El paso por vestuarios sirvió para que Valverde corrigiese y Suárez apuntase: en apenas 15 minutos el Barça resolvió el encuentro con un auténtico recital goleador. Primero fue Luis Suárez el que, aprovechando el segundo gran error de Griezmann, pusiese el primero. En menos de diez minutos llegó el segundo, esta vez sí, del ex del Atlético y un minuto después la bestia uruguaya mandaría un trallazo a la escuadra para poner el tercero.
La fiesta, antes de los numerosos cambios y la vuelta de Coutinho como azulgrana al césped, quedó cerrada gracias a otro gran tanto de Ousmané Dembélé, que tras un partido sin demasiado acierto, se quitaba un peso de encima.
De ahí al final, intentos de un buen Rafinha, detalles de Coutinho y poco más. El FC Barcelona comienza a pensar en LaLiga Santander y, al menos hasta que vuelva Leo Messi, la 'conexión del mate' ya le empieza a dar resultados a Valverde.