Aritz Aduriz está en el inicio de la cuenta atrás de su despedida y este viernes vivirá su penúltimo derbi vasco ante la Real Sociedad. El ariete ha disputado las dos primeras jornadas de LaLiga, dejando además, para su antología realizadora un gol de chilena ante el FC Barcelona que dio la vuelta al mundo. Aún así, su participación en los dos partidos apenas suman 25 minutos.
Es el papel que le tocará jugar a Aduriz en la campaña de su adiós, el de revulsivo, saliendo desde el banquillo y, muchas veces, apoyando desde desde fuera. Pero el donostiarra no se conforma. Siempre ambicioso y competitivo, el donostiarra quiere ser protagonista hasta su último día como rojiblanco.
"¿Revulsivo? Está claro que no me voy a confirmar con eso. Toda mi vida he intentado jugar el máximo de partidos y minutos y no voy a cambiar. En eso sigo a día de hoy", ha lanzado este martes en rueda de prensa.
Aunque también tiene "claro que el míster es el que decide". "Todos estamos para ayudar", ha añadido.
Aduriz vive su última temporada como futbolista "con total tranquilidad y normalidad". "Siempre he vivido el fútbol de la manera más intensa posible, disfrutando el día a día de Lezama y de todo lo que significa ser jugador del Athletic".
"Todo tiene un principio y un final y soy un privilegiado por poder elegir ese final"
"Estoy muy tranquilo conmigo mismo, he hecho todo lo que he podido y lo voy a hacer lo que pueda hasta el último minuto", ha asegurado.
Aún así, Aduriz, sabe dosificarse muy bien, en los partidos y en los entrenamientos. "Con 38 años es difícil entrenar siempre a la misma intensidad. Intento equilibrar ese esfuerzo para estar lo mejor posible en la competición. Lo importante es llegar en las mejores condiciones al partido", ha resuelto.