José Luis Morales es el gran icono del Levante UD, próximo rival del Athletic Club. El 'Comandante', apodo que él mismo se puso cuando se decidió a ser el referente de los granotas para evitar el descenso hace unas temporadas, es un hombre hecho a si mismo forjado en el barro de los campos madrileños antes de fichar por el club valenciano, para su filial, ya con 24 años.
No fue hasta los 27 cuando debutó en LaLiga Santander a las órdenes de José Luis Mendilibar y en San Mamés frente al Athletic el 30 de agosto de 2014. "No o voy a olvidar nunca. Hasta que llegó el partido era un manojo de nervios. Ir en el autobús y ver el estadio impresiona y jugar allí, aún más. Siempre recordaré con cariño ese día", confesó el delantero en los micrófonos del programa La Movida Deportiva, de Onda Vasca.
Morales, incluso, lleva un león tatuado en su brazo derecho como recuerdo de aquella fecha. "Tengo que terminarlo y me gustaría dibujar también una brújula con las coordenadas del estadio", apunta.
Pero ese estreno en La Catedral no es la única conexión del 'Comandante' con el equipo rojiblanco. Un año antes Morales jugo cedido en la SD Eibar donde tuvo como técnico a Gaizka Garitano y como compañeros de vestuario a los ahora leones Yuri Berchiche, Ander Capa y Dani García, con quienes compartió el hito histórico del ascenso armero a la elite en la campaña 2013-2014.
"Está todo conectado. Son recuerdos muy bonitos que siempre gusta recordar. Los tres son amigos y también guardo buenos recuerdos y estoy muy agradecido a Garitano y Ferreira, que confiaron en mí ese año", destaca Morales.