Unai López, de promesa a titular a base de trabajo
Le ha costado, pero Unai López se ha afianzado como uno de los titulares del Athletic Club. Para ello ha tenido que trabajar más que otros, con cesiones de por medio. Ahora disfruta de su momento en el conjunto de Garitano, al que llegó tras un fichaje que levantó cierta polémica entre Athletic y Real.
Unai López era uno de los jugadores más destacados de la cantera de la Real Sociedad en su primer año en Zubieta. Unai compartió vestuario en aquel cadete con Jon Guridi, Jon Bautista y Álvaro Odriozola, todos ellos jugadores asentados en Primera o en Segunda. El Athletic Club lo fichó para su juvenil en 2011 cuando estaba concentrado en Las Rozas con la Selección Española sub16 para disputar una serie de amistosos. Ya desde pequeñito llamó la atención de grandes equipos de LaLiga Santander, llegando a despertar el interés del Atlético de Madrid, que intentó citarle para jugar varios torneos. Al llegar al Athletic le ofreció jugar en el Juvenil de División de Honor, lo que sumado a un contrato convirtió en muy atractiva la oferta de los rojiblancos.
Aquella operación provocó las críticas de Bittor Alkiza, director del fútbol base de los donostiarras en aquel entonces. Hay clubes en los que se habla mucho de lo que se tiene en casa pero, a las primeras de cambio, si pueden pescar en la casa de al lado o en la de otro, es lo primero que hacen. Es un jugador importante y con potencial para ir dando pasos” explicó en aquel entonces Alkiza sobre el fichaje de Unai López por el Athletic. Los bilbaínos respondieron explicando que había sido el propio jugar el que se había interesado en cambiar de club y que de no haber llegado a Lezama habría acabado en el Barcelona.
Pese a haber llegado al Athletic en 2011, tiene un sentimiento de orgullo muy fuerte por la filosofía que emplean los rojiblancos. "Tenemos una filosofía única que hace especial a un equipo como el Athletic. No tenemos nada que envidiar" explicó en una entrevista en Onda Cero antes del derbi frente a la Real Sociedad de este curso. También admitió que no se arrepiente de su decisión en 2011. "Lo decidí así y no me arrepiento. Fue un fichaje normal como cualquier otro, lo que pasa es que fue siendo pequeño y en categorías inferiores" lanzó. Además, confesó que sus amigos aficionados a la Real "esperan que llegue mi momento y que gane yo" cuando juega un derbi vasco entre bilbaínos y donostiarras.
Poco a poco fue destacando, hasta que Ernesto Valverde le hizo debutar en la previa de la Champions League ante el Nápoles en 2014. Aquel año firmó partidos buenos y otros peores, bajando nuevamente al filial para disputar una temporada en LaLiga SmartBank. Fue entonces cuando surgió la oportunidad de salir al Leganés, donde tuvo bastantes minutos e incluso se juntó con Herrerín cuando este llegó cedido a Butarque en enero de 2017.
En la siguiente campaña repitió cesión, pero esta vez bajando un peldaño. Salió al Rayo Vallecano para convertirse en una de las piezas clave del ascenso de los vallecanos. Allí ofreció un excelente rendimiento, con goles y asistencias. Además, se estableció como el eje sobre el que giraba todo el juego del equipo en el centro del campo. Aquello le hizo madurar y le mejoró, tanto como jugador como fuera del campo.
Volvió al Athletic y contó con la confianza de Berizzo. Sin embargo, las cosas no salieron bien y se vio relegado al banquillo con Garitano. En verano parecía abocado a una nueva campaña en el banquillo, pero convenció a su entrenador añadiendo un gran trabajo defensivo a su indudable calidad con el balón. Tras mucho trabajo había logrado ser titular en el primer equipo y desde entonces no ha bajado el ritmo. Así es Unai López, un joven que pasó de promesa a titular a base de trabajo, esfuerzo y calidad.